GREGUERÍAS GREGARIAS
Por: JUAN FRANCISCO ARROYO HERRERA
Con tristeza recibí la noticia del fallecimiento del licenciado Rene Barbier Galván, gran amigo y excepcional compañero de trabajo en La voz de Durango en las postrimerías de los sesenta y la década de los setenta. Ávido lector, prestigiado articulista de diversos medios de comunicación y el mejor cronista deportivo en el ámbito del beis bol. Maestro universitario, de una eufónica y prodigiosa voz que narraba con una contagiante emoción los partidos de beisbol de la Liga central y después de la Liga nacional. Resaltaba su caballerosidad, respeto y trato con que se dirigía a todos. Descanse en Paz.
La medicina como la disciplina de las diversas ciencias surgió y evolucionó lentamente. En sus inicios era a base de la herbolaria que se ha cultivado en infinidad de países, entre ellos China y México. Ha habido infinidad de vertientes, algunas consideradas simplemente como terapias tales como acupuntura, digitopuntura, quiropraxis, moxibustión, hidroterapia, hipnoterapia, homeopatía, etc. pero al margen de que se les dé o no rango científico, se siguen practicando alrededor del orbe. Las opiniones de los pacientes dependen de los resultados que obtienen en su atención.
Casi contemporáneamente arribaron a Durango los doctores Jorge Luis Olivas Loya, de Chihuahua, José Domingo Robert Aguilera, del Estado de México, y Pero Enrique Bojórquez López, de Sonora. El primero siguió los pasos de Samuel Hahneman y se entregó a la homeopatía con magníficos resultados. En su consultorio recetaba los medicamentos relativos, acompañados de una sesión de diatermia, moxibustión, electroterapia o aplicación de rayos intrarrojos. Lamentablemente, nos dejó muy joven, al perder la vida en un accidente, cuando se dirigía a una de sus exposiciones para compartir sus conocimientos.
El doctor José Domingo Robert Aguilera, quien emuló a su padre en la medicina oriental, particularmente en electroacupuntura. Se especializó mediante cursos directos en China y su consulta también era robusta, día con día, con dolientes que procedían de diferentes regiones de la entidad. En sus inicios se estableció en el bullicioso Santiago Papasquiaro, para luego trasladarse a esta ciudad, siendo ampliamente conocido su consultorio ubicado en calle Madero 331 Norte entre Gabino Barreda y Gómez Palacio. Muy profesional en el ejercicio de su deber hipocrático y también excelente amigo, que no solamente escuchaba a uno con atención, sino que también otorgaba acertados consejos. Se ausentó de este mundo recientemente, ante la pesadumbre de todos cuantos tuvimos ocasión de tratarlo.
En cuanto a don Pedro Bojórquez, que también ha cobrado popularidad en el ejercicio de lo que el común de la gente llama medicina naturista, geriatría, homeopatía, gerontología. Con la paciencia que lo caracteriza revisa, diagnostica y atiende a sus pacientes en su clínica de calle Tomatlán 110 de la colonia Jalisco de esta ciudad de Durango. Localmente y siguiendo también el camino de su señor padre, tenemos al doctor Salvador Basauri de Alba, experimentado fisioterapeuta que como práctico, despacha a los visitantes “como nuevos”, entre los cuales desde luego se encuentra el de la voz, que he ido a quejarme con él como en su momento lo hice con los anteriores profesionistas. Todos tienen muchas cosas en común, pero sobresale su amistad, buen trato y profesionalismo.