Por: Alberto Palacios Z.

Las definiciones rumbo a las elecciones del próximo año dieron un giro algo torcido para la alianza PRI-PAN-PRD en Durango, ya que la imposición del blanquiazul en primer lugar de la fórmula al Senado y con una mujer causó molestia para la clase tricolor, empezando con el gobernador Esteban Villegas, quien tratará de revertir esa decisión de los líderes nacionales.

Además, la imposición nacional de que la primera posición de la fórmula para el PAN debe ser para una mujer cierra posibilidades al blanquiazul de jugar su mejor carta, el actual presidente municipal Toño Ochoa, dejando el camino a Gina Campuzano, quien no ha logrado nada como diputada federal, salvo que un milagro le abra la puerta a Malena González, quien se perfilaba como una de las mejores opciones para una diputación.

En el PRI, esta misma decisión le corta las posibilidades a sus mejores cuadros al Senado, que son Leticia Herrera Ale y Gaby Hernández, quienes son garantía de un voto arrasador, nombres a los que en los últimos días se les ha querido sumar el de Rocío Rebollo Mendoza, quien no había brillado suficiente mediáticamente, pese a estar en una de las dependencias más aptas para sobresalir, la Secretaría de Bienestar del Estado. Que la posición del tricolor sea para un hombre deja como viable a solo uno de los dos que han levantado la mano, Arturo Yáñez, porque definitivamente Luis Enrique Benítez no es viable, no atrae votos, pero posiblemente le tira alto para que «lo contenten» con otra posición y así seguir vigente en el erario público.

En Morena y aliados, la competencia sigue siendo entre Marina Vitela, quien sigue presente en la memoria colectiva por haber sido la candidata al Gobierno estatal recientemente, y entre Sandra Amaya, diputada destacada que sigue escribiendo historia y en franco despegue, conjuntando los grupos internos y con garantía de elevar la votación si se plasma su nombre en las boletas; mientras que los morenistas que también quieren participar completando la fórmula, resaltan Otniel García Navarro, quien dio forma a la estructura guinda a su llegada y ha fortalecido los comités, así como Iván Gurrola, quien también se ha posicionado en las mediciones, contrarios a Gonzalo Yáñez y José Ramón Enríquez, que no cuentan con la gracia del electorado y serían una carga.

En la 4T no se ha definido qué posición será para qué partido y el género, pero seguro que Gonzalo tratará de imponerse desde el CEN del PT pese a no contar con respaldo social; mientras en el frente opositor, lo mejor que les puede pasar es que se reviertan las posiciones para poder jugar cada uno a sus mejores cartas, el PAN con Toño Ochoa y el PRI con Lety Herrera o Gaby Hernández. Ya luego hablaremos de las diputaciones y los perfiles que pueden sacar la chamba.

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