Por: Gilberto Jiménez Carrillo

Está demostrado que la legitimidad política y social de los primeros cien días no regresa nunca. Ante más de trescientas mil personas, el pasado domingo 12 de enero, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, presentó su informe de los primeros 100 días de gobierno, destacando avances en programas sociales, seguridad, economía, infraestructura, y la defensa de su proyecto político basado en el «humanismo mexicano».

Desde el Zócalo, Claudia Sheinbaum nos recordó que vivimos en una nación libre, democrática, independiente y soberana. En un evento multitudinario, la primera presidenta en la historia de México presentó un balance de los primeros 100 días de su administración, marcados por principios de transparencia, justicia social y los ideales de la Cuarta Transformación.

Sheinbaum Pardo resaltó que su gobierno ha trabajado intensamente desde el primero de octubre de 2024, con un enfoque en construir paz, reducir desigualdades y fortalecer áreas prioritarias como seguridad, salud, educación y economía. La mandataria reafirmó su compromiso de trabajar con honestidad, responsabilidad y una visión de futuro en áreas clave como el empoderamiento de las mujeres, la cultura, el campo y la sustentabilidad. Además, aseguró que este será un año de consolidación, diálogo y transformación para el país.

La doctora Sheinbaum Pardo asumió un gobierno con fuerte simpatía internacional y amplio respaldo popular. La primera impresión que han causado a los mexicanos estos primeros esperanzadores cien días de gobierno dejan en claro que la intención es comunicar un nuevo estilo de gobernar, esto es cerca de la gente, en el territorio y con menos escritorio. Además, el gobierno ha transmitido coherencia con el discurso de transparencia y anticorrupción y ha sido capaz de autodepurarse de forma rápida y convincente ante los señalamientos sobre faltas éticas o potenciales actos de corrupción. Esto ha contribuido a mantener alta la confianza de la sociedad en el gobierno.

El ritmo de trabajo de la presidenta Claudia Sheinbaum en relación con sus colaboradores y de ella misma parece que será de 24 x 7 x 30 x 365. Esto se traduciría en que el gabinete y los equipos habrán de trabajar mucho, viajar a diario, comer fuera de horario y dormir poco. Dicho de otra forma, es posible que, desde el amanecer hasta la medianoche, la presidenta de México esté pidiendo información o asignando tareas según lo que requiera atención en el día a día de un régimen que se vislumbra no será de lentitud, sino de velocidad con precisión y decisión.

Han transcurrido más de cien días del gobierno federal y el respaldo popular de los ciudadanos a su presidenta es inobjetable, cuenta con el apoyo de la inmensa mayoría de los mexicanos de todos los estratos sociales, ya que desde el primer día a establecido un contacto directo y constante con la ciudadanía para escuchar de primera mano sus inquietudes y necesidades, propiciando con ello un vínculo directo entre la administración y los habitantes de todas las zonas y regiones de la nación. Está demostrado que la legitimidad política y social de los primeros cien días no regresa nunca, y en el caso de la administración que encabeza la doctora Claudia Sheinbaum, queda demostrado que continuará siendo fiel a la palabra dada porque es una mujer de fiar, que devuelve la confianza que los mexicanos depositaron en ella, y que junto con su equipo de trabajo continuaran manteniendo la ambición, la frescura, los ojos y oídos abiertos y los pies en la calle para seguir trabajando juntos con la misma intensidad de los primeros cien días.

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