Por: Gilberto Jiménez Carrillo

En la historia del arte mexicano, Frida Kahlo (de padre alemán y madre de sangre española) ha sido ampliamente reconocida y aclamada como una de las figuras más importantes. Sin embargo, existe una mujer aún más extraordinaria que ha sido subestimada y olvidada por muchos, su nombre Emma Hurtado. Aunque comúnmente se la conoce como la última esposa de Diego Rivera, Emma fue mucho más que eso. Fue una empresaria, editora y promotora de los derechos de los trabajadores. Su legado abarca desde la implementación de leyes laborales hasta el fomento del turismo y el impulso de la carrera artística de Rivera. Es hora de reconocer a Emma Hurtado como una figura destacada en la historia de México, superando la sombra de Frida Kahlo. Emma Hurtado luchó incansablemente por los derechos de los trabajadores en México. Su contribución más destacada fue la promoción y logro de una ley que establecía el horario corrido para los trabajadores, permitiéndoles pasar más tiempo con sus familias. Su visión progresista y comprensión de las necesidades de los trabajadores la llevaron a liderar esta iniciativa, mejorando así la calidad de vida de muchas personas. Su labor en este aspecto demuestra su compromiso y dedicación hacia el bienestar de la sociedad. Además de su labor en la defensa de los derechos laborales, Emma Hurtado también desempeñó un papel crucial en el ámbito empresarial. Fue la primera guía de turistas en México, narrando en inglés y español, y mostrando al mundo la riqueza cultural y artística de su país. Su conocimiento y pasión por la historia y la cultura mexicana atrajeron a visitantes de todo el mundo, contribuyendo así al crecimiento del turismo en México. Emma se convirtió en una embajadora cultural, abriendo nuevas puertas para la promoción del patrimonio mexicano. La creatividad y el espíritu emprendedor de Emma también se extendieron al mundo editorial. Ella creó y editó revistas donde escribió, diseñó y conseguía los fondos necesarios para su impresión. Su habilidad para obtener recursos y generar ingresos desarrollaron su astucia y determinaron en el ámbito empresarial. Emma se convirtió en una figura destacada en la escena editorial mexicana, contribuyendo al desarrollo y la difusión de la cultura y las artes. Uno de los logros más destacados de Emma Hurtado fue la creación de la Galería México, posteriormente conocida como Diego Rivera. Gracias a su visión y esfuerzos, Diego Rivera pudo recibir el reconocimiento y el pago justo por sus obras de arte. Emma cuidó de su salud y de su legado, asegurándose de que su talento y aportes no padecieron pasados por alto. Incluso cubrió los gastos del funeral de Frida Kahlo, demostrando su generosidad y compromiso con la memoria de su esposo. A diferencia de las críticas lanzadas hacia Frida Kahlo, Emma Hurtado sobresale ser una mujer honorable, independiente y capaz. Su renuncia al fideicomiso de Diego Rivera evidencia su integridad y su deseo de mantenerse independiente en la sociedad. Emma no solo fue una figura predominante en el mundo del arte y los negocios, sino que también cuidó de la salud y el bienestar de su esposo, así como del legado que dejó tras su muerte. Emma Hurtado fue una mujer visionaria y multifacética que trascendió el papel de «última esposa de Diego Rivera». Su labor como empresaria, editora, defensora de los derechos laborales y promotora cultural la convierte en una figura destacada en la historia de México. Es hora de reconocer su valía y contribuciones, y superar la visión limitada que se ha tenido hasta ahora. Emma Hurtado merece ser recordada y honrada como una mujer excepcional que dejó un impacto significativo en la sociedad mexicana y en el legado artístico del país. Dejemos de ser malinchistas, dejemos de guiarnos por la mercadotecnia, empecemos a leer nuestra historia. Para los que no lo saben, Emma Hurtado era más fregona que Frida Kahlo y no se venden bolsas, artesanías ni nada que ver con su nombre, en cambio, Frida Kahlo no pasa de ser un nombre que se utiliza únicamente con fines comerciales y como casi siempre sucede, pocos se toman la molestia de investigar la trascendencia o intranscendencia de algunos personajes, ignorando a los que si aportaron algo significativo en benéficio de las artes, la cultura y el conocimiento, como es el caso de Emma Hurtado, una mujer, por mucho, más grande que Frida Kahlo.
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