Pepe Mujica, la partida de un grande

Por: Margarita Valdez
Se nos fue José Mujica. Este 20 de mayo hubiera cumplido 90 años. Pepe hizo su camino por la izquierda en todas sus facetas: marxista, guerrillero Tupamaro, militante del Frente Amplio, siempre con los de abajo, siempre con los despojados.
Las utopías señalaron el rumbo de su actividad política, fue alguien que creyó que otro mundo y una mejor humanidad son posibles, lejos de los vicios del capitalismo y sus perjuicios aparejados contra los humildes, los pobres y el planeta. Denunció el excesivo consumismo, el despilfarro, el derroche y se manifestó en favor de la solidaridad compartida y el papel regulador del Estado.
En 2013, tuvo el honor de representar a su país ante la Asamblea General de la ONU, en ella reivindicó la visión desde el sur y se pronunció “contra la economía sucia, la estafa y la corrupción, plagas contemporáneas prohijadas por el antivalor que sostiene que sólo somos felices si nos enriquecemos, sea como sea y coloca en los altares al dios mercado, que organiza la vida y los hábitos. Parecería que nacemos para consumir y cuando no se puede, el sistema impone la frustración entre los jóvenes, falsamente remediado con el endeudamiento en cuotas y tarjetas para vender felicidad, todo se pervierte en un negocio”.
Pepe nos deja grandes enseñanzas desde un país pequeño como es Uruguay, pero que se distingue en los alcances de los derechos sociales. Desde la presidencia de la nación, Mujica acompañó la ley de interrupción voluntaria del embarazo, la de matrimonio igualitario y la de producción, comercialización y consumo de marihuana, para tratar el problema de las drogas con un enfoque de salud pública. “Estamos en contra de todas las adicciones, no hay buenas, todas son dañinas, lo que no queremos es entregar nuestra gente al narco”, explicó. Su gobierno redujo la pobreza y la indigencia, estrechó la desigualdad mediante el incremento al salario mínimo y programas sociales como el “Plan Juntos” para la construcción de vivienda para trabajadores.
A finales de 2019, tuvimos la oportunidad de escucharlo y estrechar su mano en el Senado de la República. Ya era el símbolo de la izquierda uruguaya latinoamericana, andaba por el continente sembrando ideas, compartiendo sus vivencias. Mujica fue un maestro, con la sabiduría que dan los años, la sencillez y la autenticidad, en la charla nos invitó a luchar por la patria grande y común llamada América Latina y no dejar apagar la llama de la solidaridad internacional. En tu memoria, querido Pepe, seguiremos tu legado y ejemplo humanista.