Por: Gilberto Jiménez Carrillo

Resulta que Luis Donaldo Colosio Riojas fue candidato a Senador de mayoría, pero al mismo tiempo plurinominal. Se fue por las dos vías porque quería demostrar que era popular y muy querido en su estado de Nuevo León, pero ándale que en primer lugar quedaron los candidatos de MORENA y en segundo los del PRIAN, y como solo entran los dos que ganan y el que encabeza la fórmula del que queda en segundo lugar, pues Luis Donaldo quedó fuera, pero oh sorpresa, como el hijo del ex candidato presidencial iba encabezando la lista de candidatos a senadores plurinominales de Movimiento Ciudadano, si le alcanzó para entrar como senador. Una burla al pueblo y a la memoria de su padre, pues si iba de plurinominal para qué compite entonces. Lo mismo sucedió en Durango, hubo tres casos de candidatos a diputados del PRIAN y una de MORENA que, a pesar de haber gastado cantidades insultantes de dinero, no ganaron, pero como quedaron en un honroso segundo lugar y fueron los más votados del grupo de segundones, da la casualidad que nomás por eso van a ser diputados. Total, que la ley electoral contempla varias artimañas para que la clase política sigan ocupando cargos y ganando dinero sin despeinarse. Los mejores segundos lugares no son otra cosa que los mejores perdedores, y en toda legislación electoral decente, los que pierden se van a su casa y esperan a la siguiente oportunidad. Las elecciones son el principal conducto por el cual los gobiernos representan a los ciudadanos y rinden cuentas a sus electorados. Para ello, los votantes seleccionan candidatos que comparten sus prioridades y tienden a apoyar candidatos con propuestas cercanas a sus intereses. Nunca votan para que su prospecto quede en segundo lugar, jamás piensan en que perdiendo su candidato de todas maneras se va a convertir en diputado o senador. Por eso en la actualidad, cuando un grupo de ciudadanos celebra que su candidato haya ganado la elección y se da cuenta de que el perdedor también anda festejando que va a ser diputado nada más porque quedó en mejor segundo lugar que otros segundos lugares, o sea fue menos chafa que otros chafas, entonces se enoja, pierde la confianza y para la próxima ya no participa, para que, si el que pierda de todas maneras va a estar sentado muy orondo en una curul o en un escaño. Con qué moral los mejores segundos lugares van a subir a tribuna, si son perdedores, si el grupo de personas al que le pidieron su voto les dio la espalda y les dijo con el voto que no los quería. Como debate un plurinominal o un mejor perdedor, cualquier asunto de interés público si no tuvo los méritos para ganar ni en su rancho. Esa actitud de que todos son iguales es la que hace que la democracia no funcione y terminemos votando por los peores de los peores. Si no tenemos el sentido común para saber distinguir entre los malos y los peores, entonces cada vez nos va a ir peor. Es muy sencillo, el objetivo y esfuerzo de los candidatos consistirá en ganar la elección y su premio será obtener el puesto para el que compitió, de manera que el mejor perdedor no merece premio, pues no ganó y su esfuerzo no fue suficiente. La clase política actual y la cultura de no involucrarse en política son los elementos que propician tanto reborujadero que confunde al ciudadano, sino como explicarse que los mejores perdedores, o los que no ganan, pero están inscritos en otra lista – caso Colosio-o lo que perdieron, pero otros perdieron más feo es como si hubieran ganado. Total, que como siempre seguimos siendo engañados y al final los ganones siguen siendo los mismos.

Email:[email protected]