Por: Gilberto Jiménez Carrillo

Una vez que las dos cámaras, tanto las de diputados como la de senadores, aprobaron la iniciativa de reforma al Poder Judicial que propuso el presidente López Obrador, el siguiente paso consistía en que al menos la propuesta fuera aprobada por 17 legislaturas, lo que se logró sobradamente alcanzando un número de 23. Desde luego que hubo congresos locales que se opusieron, como Querétaro, Chihuahua, Jalisco y Nuevo León, a diferencia de Durango que fue el primer estado de los llamados de oposición, cuyos legisladores locales pertenecientes al Partido Revolucionario Institucional (PRI), con excepción de una, aprobaron la proposición.
Esta excepción se llama Rocío Rebollo Mendoza, que no votó ni a favor ni en contra, se abstuvo, y eso que estaba presente en el recinto en el momento y hora de la votación. La señora se convirtió en tocaya del medallista olímpico Felipe Muñoz, a quien apodan “el Tibio”. En política, los tibios son los que les gusta que otros lo hagan por ellos, los que les gusta ir a la retaguardia. Pues resulta que en el Estado de México sucedió algo exactamente igual que en Durango, solo que en aquellos lares sí hubo consecuencias. El no acatar la instrucción de su partido de votar contra la minuta sobre la reforma constitucional en materia del Poder Judicial, provocó que la diputada priista, Paola Jiménez Hernández, fuera separada del grupo parlamentario del Revolucionario Institucional, en la Legislatura local. Al igual que Rocío Rebollo, la diputada Paola Jiménez fue la única legisladora que se abstuvo en la votación, mientras que los legisladores de Morena, el PT y PVEM, votaron a favor y los priistas, panistas, perredistas y de MC votaron en contra. Una vez terminada la sesión en el Congreso donde se aprobó por una amplia mayoría la minuta de reforma constitucional, la bancada del PRI se reunió en su salón de juntas y ahí los siete diputados restantes del tricolor votaron por sacar de la bancada a Paola Jiménez, quien no acató la instrucción de su dirigencia nacional y estatal de votar en contra. Además, varios personajes del priismo de Toluca se le fueron encima en redes sociales, pues la fustigaron por no haber rechazado la reforma que impulsó el presidente López Obrador. El PRI mexiquense inició el proceso para su expulsión del partido, argumentando que su abstención contradice los principios del partido. Jiménez justificó su postura al cuestionar la falta de un marco claro para la selección de jueces y propuso una reforma enfocada en las víctimas, no en los jueces. Sin embargo, los líderes priistas de la tierra de López Mateos, criticaron su falta de compromiso con la justicia y la democracia. Ante estos ataques, la diputada Paola Jiménez, integrante del Congreso del Estado de México, decidió separarse de la bancada del PRI tras denunciar intentos de coacción para votar en contra de la Reforma Judicial. La legisladora afirmó que recibió presiones por parte de su partido para que rechazara la reforma, pero optó por abstenerse, lo que desencadenó su expulsión de la fracción priista. «Quisieron forzarme a votar en contra, pero decidí mantener mi postura y abstenerme. No voy a someterme a instrucciones que no reflejan mi análisis ni mi compromiso con la democracia», señaló Jiménez en una entrevista. Además, aseguró que durante la sesión en la que se aprobó la reforma, recibió mensajes intentando condicionar su voto. En respuesta a las declaraciones de la diputada, Ana Lilia Herrera Anzaldo, dirigente del PRI en el Estado de México, aseguró que no hubo coacción al voto y que los legisladores priistas votaron con plena conciencia. «Cada uno sabe si su voto honra la confianza de la sociedad», afirmó. Paola Jiménez manifestó que no podía continuar en un partido que no respetara su derecho como legisladora a votar libremente. «Siempre he defendido los temas progresistas, como el matrimonio igualitario y la protección de los derechos de las mujeres. No me someteré a agendas que no respeten la autonomía legislativa», enfatizó. Mejor hubiera votado en contra en vez de haberse abstenido Diputada, de todas maneras la hubieran expulsado. Que no se enteren en el congreso del estado de México lo que hizo Rocío Rebollo en Durango, en una nada y solicitan su expulsión.

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