¿Te ofenderías si te dijeran ínclito o conspicuo?
29/12/2024 - Hace 3 días en Durango Estado¿Te ofenderías si te dijeran ínclito o conspicuo?
Por: Gilberto Jiménez Carrillo
¿Eres de los que se enfurece cuando te tildan con adjetivos que desconoces? Si tienes ese mal hábito, piénsalo dos veces antes de reaccionar de manera negativa ante estas situaciones, ya que puedes estar sin saberlo en presencia de un cumplido. El vocabulario español es tan amplio, que son innumerables las veces que nos topamos con palabras que no conocemos, o que no están dentro de nuestra hablar o vocabulario cotidiano, una de ellas es la palabra ínclito. “Ínclito”, derivada del latín “inclĭtus”, es una palabra que significa ilustre, esclarecido, afamado, y exalta las características de un personaje que tiene incidencia, trascendencia y popularidad entre las masas. Persona que destaca en alguna actividad o que tiene aspecto llamativo. La palabra “Ínclito”, por su escasa popularidad y difusión entre las comunidades de habla hispana, se encuentra en la lista de palabras desconocidas del idioma, pero que, sin embargo, vale la pena rescatar y posicionar en nuestro léxico, para que poco a poco se convierta en un término de dominio público y genere mayor empatía entre quienes la utilicen y reciban. Hace muchos años, quizás décadas atrás, este adjetivo era utilizado comúnmente, se podría decir que incluso a diario estaba presente en el vocabulario cotidiano, pero hoy en día ha quedado rezagado y condenado a las sombras, mientras emergen o se popularizan palabras más simples y sin atractivo. Tres ejemplos podrían ser: El ínclito Pablo Neruda aún nos deleita con su singular estilo poético. No hay como la inteligencia del ínclito Albert Einstein para explicar teorías antiguas. El concierto no podía ser mejor, si lo ofreció el ínclito Bon Jovi y un ejemplo muy común podría ser que el municipio de nombre fulano de tal recibe su nombre como un homenaje al general fulano de tal, ínclito caudillo de la historia de nuestro país. Conspicuo es aquello que resulta sumamente visible o notorio, que se destaca del resto. Quien es conspicuo no forma parte de una masa o de un grupo homogéneo, sino que se destaca y sobresale. Por ejemplo: El soldado conspicuo recibió una medalla por sus méritos. o eres un conspicuo científico y tus descubrimientos cambiarán el destino de los mortales y también fue un conspicuo profesor; su deceso enlutó a todo el pueblo. La notoriedad que califica a alguien como conspicuo es la que se adquiere por méritos y es siempre positiva, por lo cual no se aplica a quienes adquieren popularidad o renombre por hacer actos dañinos o destructivos. Se refiere entonces a la buena fama, al prestigio, a las cualidades que hacen a alguien, diferenciarse y ser reconocido. En ocasiones, estos personajes llevan atuendos o accesorios que los identifican, como el rey, su corona y su cetro; y en otros casos, emanan una luz propia y no necesitan colocarse ningún distintivo exterior para “brillar”. Hay palabras que se van perdiendo, pero que tienen un sentido emocional para nosotros, una connotación única porque la escuchábamos de pequeños, de boca de nuestros mayores o maestros. Y son de las primeras que aprendimos, y un día descubrimos que las hemos dejado de usar. Quizá pudiéramos recuperarlas de la memoria y construir una reserva virtual de palabras en vías de extinción. Sólo por el placer de nombrarlas y darles vida nuevamente. Habrá quien critique a personas ilustres, probablemente, porque les parece mejor alguien vulgar o invisible. Seguramente conocemos a seres humanos ínclitos y conspicuos, pero como no sabemos lo que estos adjetivos significan, los llamamos o reconocemos con otras palabras. Definitivamente es mejor brillar por méritos que por tonterías.
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