Por: Alberto Palacio Z.

Las elecciones de este año tienen algunas incógnitas, comenzando por el resto de las definiciones de la Cuarta Transformación para las diputaciones federales y locales, incluso, hay duda de qué resultados habrá en torno a dichas postulaciones contra los de la alianza del PRI-PAN-PRD, pero de lo que no hay duda es de que Claudia Sheinbaum será quien gane la Presidencia de la República.

Si bien yo soy de los que señalaron como una mala decisión la designación de Gonzalo Yáñez y Margarita Valdez como los candidatos al Senado de la República, también considero que el desplante del también senador José Ramón Enríquez está fuera de lugar.

Para quienes apenas hoy se están enterando, el oftalmólogo llamó a una rueda de prensa el martes, desde el Senado, para decirse el ganador de las encuestas para definir la fórmula y llamó a los demás legisladores inconformes que querían repetir a sumarse a su causa, arremetiendo contra Mario Delgado, presidente nacional de Morena, y dijo que se nombró a aspirantes con falta de respaldo y arraigo, señalando que se puede perder hasta la contienda presidencial por dicha designación, porque la inconformidad causará que se pierdan votos, es decir, el doc Enríquez ya está anunciando que, otra vez, si él no es el candidato, jugará en contra y promoviendo el voto de castigo, pero es ilógico que hable de falta de arraigo cuando él llegó al Senado por la fórmula MC-PAN en 2018, donde apoyó a Ricardo Anaya contra Andrés Manuel López Obrador, a quien criticó ante medios de comunicación, pero al ver que «el peje» ganó, en 2019 trató de ser candidato de la 4T a la alcaldía de Durango, tratando de repetir el cargo que dejó para competir a la Cámara Alta, pero, al no lograrlo, se fue por el partido naranja, afiliándose a Morena hasta 2022, cuando quiso ser candidato a gobernador, jugando en contra al no lograrlo.

Y aunque no me agradan Gonzalo y Margarita para repetir en el Senado, se les puede acusar de muchas cosas, pero no de falta de arraigo, contrario a Enríquez, que ha saltado de PRI a PRD, MC, aliado del PAN, otra vez MC y luego Morena, según le convenga. Además, si lleva el tema a tribunales, basta con decir que la candidatura de hombre le corresponde al PT y el partido guinda debe postular a una mujer para que no pase nada.

Yo insisto en que las dos fórmulas principales a competir por el Senado ninguna me agrada, pero Enríquez no es mejor opción y demuestra una vez más que su lealtad es solo con él mismo, no con la 4T, pero, así como él, hay más que ya se irán levantando contra el partido cuando tampoco les den lo que quieren, porque no es nuevo, ni sorpresa.

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