Por: Alberto Palacios Z.

Es un tema complicado en el que se metió la Cuarta Transformación al declarar una alianza entre Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo para las elecciones locales de Durango y Veracruz, pero sobre todo para nuestra entidad es donde se complican las cosas, porque, espero equivocarme, pero parece que las dirigencias nacionales de dichos institutos políticos se paran al filo de un abismo al firmarle un cheque en blanco a Gonzalo Yáñez.

Con este acuerdo que amarra a los tres partidos pierden Morena y el PVEM, pero gana el PT, por muchas cosas, empezando porque ahora los candidatos serán designados en la cúpula tripartita y todos sabemos que Gonzalo es el protegido predilecto de su dirigencia nacional, por lo que ahora hay una enorme posibilidad de que lo impongan como candidato en la capital duranguense pese al rechazo ciudadano y de los propios cuatroteístas, quienes ya manifestaron que no lo quieren como abanderado.

Pero en caso de que no lo pongan a él desde el PT nacional, ya le están regalando posiciones a su partido, es decir, alcaldías y regidurías que se ganarán con el voto de Morena y que el partido de Gonzalo no podría obtener en las urnas por él mismo, como ya quedó demostrado en la elección pasada, donde Morena y Verde lograron la mitad del Congreso del Estado y el aurigrana se quedó en ceros, incluso fue evidenciado que defendieron votos para el PRI en La Laguna.

Sea como sea, ganen o pierdan las elecciones, el PT y su dueño vitalicio Gonzalo Yáñez ya ganaron, mientras Morena y Verde pueden perder mucho más que las posiciones que ahora tienen que regalar a cambio de nada, porque si muchos, según todas las encuestas, pensaban hacer llegar a la 4T a las presidencia municipal de Durango, siendo Gonzalo, tal vez piensen en votar por alguien más, porque lo que pintaba hasta ahora para bien de los partidos guinda y verde era que los abanderados fueran Sandra Amaya, si la postulación fuera para mujer, o entre Iván Gurrola y José Ramón Enríquez, si fuera para hombre, mientras que los resultados del petista están a la vista, porque no ha ganado una elección local desde los años 90, y los únicos casos son el voto en cascada por Andrés Manuel López Obrador en 2018 y por Claudia Sheinbaum este 2024, pero en 2022 perdió la alcaldía, igual que en 2019, en 2016 perdió la gubernatura, y un largo etcétera.

Por ahora, se asume que, con la mala noticia de tener que regalar posiciones al PT, el menor de los daños sería mantener a los otros aspirantes como la opción real de competir por la capital del estado, tema que tienen que pelear los morenistas y verdes ante el CEN, pero ya lo veremos en su momento.

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