Por: Alberto Palacios Z.

Estamos a días, si no es que a horas, de que se definan las candidaturas de Morena, Partido Verde y el lastre del Partido del Trabajo anuncien a sus candidatos a las presidencias municipales, donde las más competidas o al menos disputadas son la de Durango capital y Gómez Palacio, de las que la segunda solo tiene de dos: Marina Vitela o Betzabé Martínez, ambas diputadas federales, la primera plurinominal y la segunda por mayoría, lo que debería darle cierta ventaja a la joven legisladora, pero la exalcaldesa cuenta con respaldos más sólidos en la dirigencia nacional.
Por el Municipio de Durango, la situación podría parecer un poco más complicada en cuanto a la definición es un poco más amplia, ya que son más los que aspiran y por ende, más fuegos que apagar cuando se anuncie a la persona que abanderará a la Cuarta Transformación, ya que José Ramón Enríquez, quien no es bien visto por gran parte de los morenistas ni por el PT, podría volver a operar en contra, a pesar de que le den posiciones a él y su gente.
Iván Gurrola, quien sigue sumando el apoyo de estructura y liderazgos a su causa, deja claro que está listo para ser el abanderado, tiene el respaldo necesario y el crecimiento exponencial que podría darle la oportunidad de ser él, pero también deja claro que, de no ser así, sabe alinearse, aunque todo indique que, si la postulación es para hombre, es su momento.
Sandra Amaya no deja de ser uno de los activos más importantes de la 4T, sabe ganar elecciones, ha dado resultados a los ciudadanos y tiene un enorme potencial para llegar a las urnas como ganadora, por lo que de ser la apuesta de Morena y sus aliados, darán la señal de que sí quieren ganar; en cuanto a Margarita Valdés, es claro que tiene el favor de algunos grupos, pero por alguna razón, no la veo como la candidata; aun así, en cualquier caso, ambas han demostrado que la decisión de la coalición será respetada y apoyada, lo que es importante, porque ambas pueden sumar mucho, como abanderadas o impulsoras del cuadro elegido.
Otro nombre que no debemos dejar fuera es el buen amigo Iván Ramírez, quien ha hecho buen trabajo en la Delegación de Bienestar, a la cual renunció hace poco como encargado en el municipio de Durango, pero en ninguna medición aparece competitivo y el discurso que tiene sigue calificando a sus correligionarios como invasores, oligarcas y enemigos, palabras que lo hace parecer un purista que no hará alianza con nadie y no se sumará a nadie, lo que implica que tampoco admitirá ni apoyará a quien sea elegida o elegido para competir por los cuatroteistas, pero espero equivocarme, porque él es un personaje que vale la pena incluir en la fórmula, ya sea como regidor o elemento del gabinete municipal, para que sume a esa corriente, chica o grande, que está con él y que se vaya haciendo camino a otros cargos, cómo diputado local y en unos años, alcalde, pero hoy parece que es el momento de alguien más.
En el PRI y PAN no alcanzaron acuerdo a tiempo para ir en coalición y el discurso dice que optaron por candidatura común, pero siguen peleando que sea Toño Ochoa, aunque el blanquiazul ya no tenga los votos suficientes para exigir la posición, o ir solos, mientras que el tricolor quiere imponer a alguien de los suyos y tienen los números para respaldar esa postura, y aunque Dany Soto, la dirigente estatal priísta, ya destapó a Gaby Hernández, quien puso a Gina Campuzano en el Senado, porque fue la verdadera aportadora de votos, o Ali Gamboa, quien ya he explicado porqué se me haría injusto regalarle la posición a ella con todo lo que le ha hecho al partido, pero sí hay que sacrificar a alguien ante la avalancha morenista, se justifica, porque mucha gente, incluso de su alianza, no la apoyarían, al menos de los que yo conozco.
El caso es que las cosas parecen tomar rumbo, pero las definiciones no se han dado, aunque Morena y compañía están a horas o días de cantar a sus elegidos, el PRIAN podría postergar la decisión hasta marzo o terminar por ir cada uno por su cuenta. Veamos qué sucede.

FB. Una Segunda Opinión de Todo