Por: María de Lourdes López Salas

Los datos personales son información que nos identifica, como nombre, edad, sexo, estado civil, nacionalidad, patrimonio; pueden estar en poder de particulares y en dependencias públicas y se procura que estén a salvo de un uso inapropiado: ABC de los datos personales, COMAIP

Este martes 28 de enero se celebra el “Día Internacional de la Protección de Datos Personales”, fecha en que se abrió a la firma el Convenio 108 del Consejo de Europa, primer tratado internacional en materia de protección de datos, originalmente suscrito por países europeos y luego acordado en el resto del mundo.

Desde el año 2006, el 28 de enero se celebra el “Día Internacional de la Protección de Datos Personales”, por lo que los países en los cuales se cuenta con ese derecho realizan una serie de acciones con el fin de promoverlo.

En México, el tema de la protección de datos personales y privacidad cobró relevancia a partir de la creación de las primeras leyes de transparencia, documentos en los cuales se abordaba la información catalogada como confidencial relativa a la privacidad hace poco más de dos décadas.

La protección de datos personales se considera como un de las excepciones del derecho a la información plasmado en el artículo 6° de la Constitución Mexicana, sin embargo, con el fortalecimiento de la base normativa se incorporó también como derecho en nuestra carta magna.

Por lo tanto, el derecho a la privacidad se encuentra plasmado en nuestra Constitución en el artículo 16 que señala que: “Toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales, al acceso, rectificación y cancelación de los mismos, así como a manifestar su oposición, en los términos que fije la ley”.

Como ya se ha abordado en este espacio, con la desaparición de los órganos garantes de la transparencia en nuestro país, también se está afectando la garantía de la protección de datos personales, ya que son precisamente esos organismos los que protegían y garantizaban la privacidad.

No es como el caso de España, que cuenta una instancia específica, cuya función es garantizar la protección de datos personales, denominada la Agencia Española de Protección de Datos.

En el decreto que extinguió a los órganos autónomos como es el garante de la transparencia y protección de datos personales, no hay claridad sobre el mecanismo de defensa y protección de la privacidad en México.

En este momento, aún siguen en funciones el INAI como organismo nacional de transparencia y los similares en los estados, debido a que aún no se aprueba las leyes secundarias.

Se desconoce cuál será la suerte de millones de bases de datos que están en poder del sector público y privado, pero sobre todo la gravedad es cómo se garantizará la privacidad de quienes hemos entregado nuestros datos personales.

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