Por: María de Lourdes López Salas

Los órganos constitucionales autónomos nacieron a la luz de la desarticulación del hiperpresidencialismo a fin de lograr el rompimiento de la dependencia orgánica del Gobierno y del ejecutivo, a fin de ser un contrapeso para garantizar la defensa y cumplimiento de los derechos humanos: Jaqueline Peschard, académica de la UNAM

Luego de darse los resultados del proceso electoral, donde están por definirse si finalmente Morena logra la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y Senadores, lo que le facilitaría llevar a cabo las reformas constitucionales, es indispensable hacer varias reflexiones.

En caso de cumplirse lo anterior, ya el presidente dio a conocer que buscará que en septiembre que los nuevos integrantes del Congreso de la Unión aprueben el paquete de reformas a la Constitución que envió el 5 de febrero del presente año. Entre esas reformas está la desaparición de los órganos constitucionales autónomos, destacando el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), además de otros como la Comisión Federal de Competencia Económica.

El argumento del presidente es que le cuestan “mucho al erario” esos organismos y que no sirven para nada, sin embargo, esa es una postura del presidente y de quienes así lo piensan.

Los órganos constitucionales autónomos nacen del fortalecimiento a un sistema democrático a fin de generar contrapesos del poder público, sobre todo para evitar que la concentración del poder y las decisiones estuvieran en manos de una o de muy pocas personas.

Eso fue por lo que lucharon personajes que ahora no solo descalifican la labor del INAI y de otros organismos autónomos, sino que además quieren desaparecerlos cuando en el pasado siendo oposición al poder los impulsaron.

Bajo estas circunstancias, lo que debería analizarse son los impactos de la desaparición de esos organismos, específicamente el INAI, cuya razón de ser es garantizar el derecho a la información, la transparencia y proteger los datos personales.

La iniciativa constitucional del presidente no modifica al derecho a la información, ese queda intocado, pero sí a la institución encargada de garantizar que se respete y se cumpla.

Existe la coincidencia en que sí debe analizar la funcionalidad del INAI, por supuesto que sí que se haga una reingeniería y se revise lo que se tenga que revisar y actúe para que opere de la mejor manera evitando las malas prácticas que le han hecho daño a la institución.

Esa es una autocrítica que debe hacerse en el INAI, pero es muy diferente a que se pretenda desaparecerlo o que las funciones pasen a ser parte de una entidad pública como la secretaría de la Función Pública.

Ante lo que viene, el INAI y por lo menos 24 órganos locales de la transparencia publicarán este lunes una carta dirigida a la candidata presidencial de Morena y virtual presidenta de la República, donde le solicitan establecer un diálogo amplio y constructivo sobre la importancia del derecho a la información y a la protección de datos personales.

Vamos a ver si hay alguna reacción sobre esta petición y si se da el diálogo que tanta falta hace para evitar que la polarización continúe en este país.

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