Uso del celular (primera parte)
Por: Jorge Ánima
Vivimos en un mundo en donde la tecnología, digitalización y conexión a internet están cada vez más presentes en la vida cotidiana, y es difícil poder imaginar un diario vivir sin hacer uso de ella de manera constante, lo vemos al usar nuestro teléfono celular, conectarnos a Internet para distraernos, ver noticias en alguna red social como Facebook YouTube, Tik Tok, ver televisión mediante streaming, hasta en los automóviles, como el servicios de reparto y comida, es decir, va desde el entretenimiento hasta el ámbito laboral, en donde acorta distancias y tiempos, por lo que en el medio educativo no es ajeno y existen modalidades a distancia que se acentuaron más con la pandemia del COVID 19.
Todo esto de una óptica de alguien mayor de edad, pero ¿qué pasa con su uso por parte de nuestros hijos? En los pequeños en donde los padres han encontrado una nueva niñera, una niñera digital que está latente en la vida de los infantes mientras papá y mamá trabajan, descansan o solamente para que no den lata. También se utiliza en el ámbito pedagógico y justamente hace algunos días el secretario de Educación en nuestro estado, el ingeniero Guillermo Adame, dio a conocer que el uso de tabletas digitales y celulares serán prohibidos en las escuelas de primaria y secundaria (es obvio que también preescolar), pero el detalle es que la Nueva Escuela Mexicana busca la integración de las nuevas tecnologías como un elemento clave, en donde se pretende que las aulas se convierten en espacios donde los estudiantes pueden utilizar herramientas digitales para investigar, colaborar, crear y presentar sus proyectos.
Esta situación ha generado debate entre la sociedad duranguense, ya que hay quienes lo ven acertado por las distracciones que puede generar, así como acoso, etcétera, y por otro lado quienes prefieren que estos se usen como herramienta para el desarrollo de investigaciones, videos, apoyo en sucesos históricos, geográficos, explicaciones matemáticas y para tener un contacto constante con sus hijos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no usar pantallas antes de los dos años de edad, tristemente, hay casos que sucede; después de los dos años y hasta los cinco se sugiere una hora como máximo, y de cinco hasta 17 años, dos horas como límite. Es importante mencionar que estudios del 2020 de dicha organización arrojan que genera ansiedad, altera el sueño, retrasa el desarrollo infantil, déficit de atención y se hacen menos tolerantes por la inmediates, el brillo intenso daña los ojos y mala postura en el cuello, la luz azul que despide toda pantalla disminuye el sueño y provoca cansancio la luz azul disminuye la producción de melatonina en el cerebro que es la encargada de que nos de sueño, por lo que se recomienda no usar pantallas dos horas antes de dormir.
Sin embargo, quienes otorgamos una pantalla a nuestros hijos no lo hacemos pensando en perjudicarlos, ya que lo que menos queremos es que sean analfabetos digitales.
En el próximo texto, que es la segunda entrega, abordaré más a profundidad el uso de celular en el ámbito educativo.