Marioneta
Narciso Chicho Herrera
¡Querida marioneta!
ayer soñé un mundo de juguete,
la fantasía que en mi niñez realicé,
y en ese sueño te quiero comentar
los valiosos recuerdos de la fantástica niñez
que en el pasado deje;
las tardes de verano,
con los amigos del barrio
solíamos reunirnos para jugar
por las orillas del río,
un río situado cerca del vecindario,
gozaba de la ternura
y la inmensa ingenuidad infantil,
que me facilitaba
con desperdicios de madera
mis juguetes poder fabricar,
la admiración de mis amigos gané.
Mi mente también logró soñar
en aquel festival escolar,
festejando el Día del Niño
los profesores llevaron un ventrílocuo
con el fin de alegrar nuestro día.
Fue enorme mi asombro y admiración
por aquel hombre,
que feliz que con su muñeco charlaba.
Desde ese día me di a la tarea
de mi marioneta formar
después de algunas complicaciones lo logre.
¡Mi querida marioneta!
¿No sé qué fue de ti?
Después de tanto navegar por las turbulentas aguas del mar,
el mar de la vida, Dios permita, en el vaivén de las olas de este mar,
a mi querida marioneta pueda encontrar
cuando por capricho del destino me encontraba solo y triste,
a mi marioneta tomaba y con ella me ponía a charlar,
ella me decía palabras de aliento que jamás de nadie escuche
y a su lado la esperanza siempre fue hermosa flor
tu compañía fue en mi infancia,
un mundo de juguete, de dicha y amor:
¡Gracias por alegrarme la vida, querida marioneta mía!