Un día en la historia de Durango

Por: Pedro Núñez López

En mis andanzas de trabajo me tocó recorrer parte de este maravilloso municipio, importante zona minera, agrícola, ganadera de gente leal y noble. Ante esto, decidí investigar su reseña histórica, siendo esta como sigue:

La localidad de El Oro o de Santa María del Oro, como también se le conoce, surgió a finales del siglo XVII como un pequeño caserío alrededor de las recién descubiertas minas de ese lugar. La actividad minera era entonces tan discreta que se practicaba recogiendo pepitas de oro en las arenas de su río, y tan productiva que les daba relativa tranquilidad a sus pobladores.

A raíz de la donación de un sitio de ganado mayor, por parte de don Pedro Acosta y su esposa Teresa Rubio en el año de 1737 y ejecutada hasta el año de 1758, bajo la presión de Ambrosio Barragán y de los vecinos de ese naciente mineral; la región experimentó un crecimiento poblacional continuo, que solo se vio disminuido en el siglo XIX, por las constantes incursiones de comanches y apaches en la región.

A raíz de la Independencia de México, El Oro, que ya existía como partido en la época colonial, pasó a formar parte de los 12 partidos que conformaron el naciente estado de Durango. En aquel entonces, su población alcanzaba los cinco mil habitantes.

Durante el siglo XIX, se presentaron diversas epidemias y sequías que afectaron la minería y la agricultura, al mismo tiempo que se dio la concentración de la tierra, hechos que aunados a la arbitrariedad de las compañías destiladoras, dieron lugar a un malestar generalizado en la población.

Al inicio de la Revolución Mexicana en el año de 1910, la región presentaba problemas de concentración de la tierra, incremento desorbitado de los precios en los artículos de primera necesidad, desplome de precios en los productos derivados de la minería y un mal temporal, hechos que serían el caldo de cultivo para generar una década de movimientos insurreccionales.

Varias rancherías y poblados experimentarían en carne propia las secuelas del conflicto armado; a saber: inseguridad, hambre, saqueos, asesinatos y el desplazamiento de la población civil no beligerante. Un lustro de esta década, El Oro fue bastión de los Villistas y, la otra mitad, fue compartida por estos y los carrancistas.

Concluido el conflicto, se inició una etapa de reconstrucción, la cual fue reforzada en 1934 con la apertura de las minas de Magistral y Sauces. Desde 1928, se dio una recomposición política en la región con la hegemonía del Partido Nacional Revolucionario, transformado después en Partido Revolucionario Institucional, que logra durante 67 años el control casi absoluto de la región.

Sin duda la electrificación, el teléfono, el agua potable, el alcantarillado, los servicios de salud y la carretera han iniciado un cambio hacia la modernidad de la región, sin embargo, persisten las causas que originan la emigración de una parte de su población en su etapa de mayor productividad.

Nuevos retos surgen, entre ellos, fortalecer la democracia, preservar el medio ambiente, proteger el fundo legal y, ante todo, comenzar a reconstruir los orígenes de esta bella región.

Cronología de Hechos Históricos.

Siglo XVII.- Se funda la misión de Nuestra Señora de las Mercedes.

1670.- Es elevada a la categoría de curato.

1748.- Se inicia la rebelión apache y El Oro sufre constantes ataques.

1758.- Se reconfirma la donación del fundo legal del poblado de Nuestra Señora de las Mercedes.

1807.- El indio Rafael es localizado en el municipio.

1824.- Se crea el partido de El Oro, con capital en Santa María del Oro.

1917.- Separándose San Bernardo, el municipio conforma la mayor parte de su territorio actual.

1929.- Se fracciona la Hacienda la Esmeralda y se agrega al municipio el mineral de la Cieneguilla, después retornará este último a Indé.

Fuente de información: Imagen y texto obtenidas del Centro Nacional de Estudios Municipales, Secretaría de Gobernación, «Enciclopedia de los Municipios de México». Los Municipios de Durango, Talleres Gráficos de la Nación, México 1988.