Por: Pedro Núñez López
La primera organización o grupo que se creó en Durango, para auxiliar a las personas que se accidentaban o que tenía problemas de alguna enfermedad no fue la Cruz Roja, aunque si algo muy parecido, se llamaba La Cruz Violeta Duranguense. Aunque su nombre oficial era: “True Life».
La Cruz Violeta como organismo surgió en Europa y fue creada para tratar a los caballos, sí a los caballos que durante la primera Guerra Mundial (1914-1918), fueron utilizados en una guerra dura y precaria, con 20 millones de muertos en donde se movilizaron más de dos millones de equinos, y murieron más de 780 mil caballos.
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), se estima que murieron más de tres millones de caballos, que eran usados principalmente para el transporte y 50 millones de personas.
Se constituyeron muchas sociedades Cruz Azul de ayuda a los caballos, con carácter auxiliar militar, bajo la dirección de los respectivos Cuerpos de Veterinarios Militares de las Naciones Beligerantes, y entre todas, fueron capaces de cooperar para ayudar a los caballos. La «Blue Cross» también ayudó a los animales que, posteriormente, quedaron abandonados durante la Segunda Guerra Mundial.
La Cruz Azul de ayuda a caballos en tiempos de guerra, dio paso a la Cruz Violeta, que abarcaba todo lo referente a la asistencia y bienestar de los caballos en tiempos de crisis y no sólo de guerra.
Otros pioneros, y entre ellos, otra mujer, Lind af Hageby, secretaria de Animal Defense and Anti-vivisection Society de Londres, quien tuvo la iniciativa de crear la Liga de la Cruz Violeta, a la que se adhirió más tarde la sociedad de Ginebra y la «Wiener Tierschutz Vereinz» el 12 de octubre de 1914.
La Cruz Violeta llega a formalizarse en España, en 1916 por algunos miembros de la veterinaria militar española, pero sobre todo, es asumida por el cuerpo veterinario de Argentina, que en la actualidad continua con el distintivo violeta.
En México, entre 1916 y 1917, se solicitó al Ministerio de la Guerra que se modificara el emblema de veterinaria militar incorporando la Cruz Azul, como distintivo internacional de la organización y estructuras veterinarias, si bien también se optó (durante un tiempo) por añadir la Estrella Roja a los ramos que constituían el emblema de la veterinaria militar española. Este movimiento de cambio de emblema (Estrella Roja) se originó entre los años 1915 y 1919 por José Rueda.
Y bueno en Durango, como ya señalé arriba, al no tener problema con los caballos, el organismo se dedicó a auxiliar a la gente.
Aquí tienen ustedes la unidad de traslado y el personal que estaba a cargo. Casi no se sabe de ella, así que esperamos que algún miembro del grupo tenga algún antecedente y nos lo haga saber.
La Cruz Roja se encuentra ubicada en 5 de Febrero y Reforma de la Colonia Burócrata, desde el año de 1953 a la fecha, sólo cambio temporalmente su domicilio de 1993 a 1995 al antiguo edificio de la Automotriz de Durango, ubicado en Felipe Pescador y Patoni, años en que se derrumbó el antiguo edificio para construir el que actualmente ocupa.
Era atendido por monjas y los jóvenes asistían a catecismos. Se construyeron en el Gobierno de Alejandro Páez Urquidi, en la década sesenta y principios de los setenta.
En 1953 fue inaugurado el edificio actual de la Cruz Roja en Durango. La inauguración estuvo a cargo del gobernador Enrique Torres Sánchez y del arzobispo José Ma. González y Valencia.
En 1913, durante la toma revolucionaria de la ciudad de Durango, los doctores Eduardo Hernández y Jhon Mac Alpine, comandaron a un grupo de voluntarios recogiendo heridos y muertos en nombre de la Cruz Roja.
Fue en el año de 1948, que surge la noble idea de construir un edificio funcional y moderno para que la Benemérita Cruz Roja Mexicana, instalara una delegación con servicios médicos permanentes que proporcionaran auxilios de emergencia que deberán prestarse.
Esta idea fue sugerida por Don Jesús García y fue acogida con entusiasmo. Convocaron a todos los clubs sociales, empresas y bancos a una asamblea para formar la mesa directiva.
La mesa quedó integrada como presidente Carlos Maldonado del Club Rotario, primer vicepresidente Salvador Mendívil Bayona del Club de Leones, segundo vicepresidente Don Víctor Manuel Mejía, jefe de Hacienda, tesorero Melchor D. Caballero, del Banco General de Durango, y como secretario general Alfonso Pérez Gavilán, y muchas personas más.
En esa misma asamblea, se forma el primer Comité de Damas, que auxiliaron a los primeros y fueron designadas como presidenta Doña Concepción S. De García, como vicepresidenta Gloria S. De Gómez Palacio, y como vocales Inés León de Pérez Gavilán, Guadalupe L. De Mejía, Josefina Galván de Amador, Elena F. De García, Ma. Del Refugio Martínez Negrete de Bátiz, Dora Costelum de Gómez Palacio, Rosario S. De Peters, Isabel G. De Caballero, y Elena Alvarado, Mireya Arenas, e Irma Rocas.
El Comité Organizador, acude con Don José Ramón Valdez, gobernador del estado, quien dona en nombre del Gobierno el viejo edificio que ocuparía la cárcel, situado por la calle Juárez entre Negrete y A. Serdán. Por ser inadecuado, se acordó con las autoridades correspondientes venderlo y poder comprar un terreno más grande, este fue en 5 de Febrero esquina con Reforma, el cual fue comprado a la Presidencia municipal.
Gómez Palacio se ofreció sin cobro alguno a hacer el proyecto y dirigir la obra, y como todo trabajo así, lo más difícil es la captación de fondos, pero el pueblo empezó a ver la gran labor, y fueron alumnas de la Normal del Estado que organizaron una matiné con la finalidad de ayuda para la construcción.
El presidente Carlos Maldonado, realizó varios recitales; la Liga Municipal Durangueña de Béisbol organizó un torneo y lo recaudado serviría para la Cruz Roja; las Damas Leonas, organizaron un baile, dado que el edificio en construcción costaría 30o mil pesos.
El Comité de Damas de la Cruz Roja presidido por Gloria S. De Gómez Palacio, en ausencia de Concepción S. De García, y secundada por todos los miembros de la directiva, aprovechando las fiestas del 20 de Noviembre de 1948, se lleva a cabo la primera colecta pública de la Cruz Roja Durangueña (primer nombre que tuvo la Cruz Roja Mexicana Delegación Durango), durante los días 20, 21 y 22 del citado mes, alcanzando una suma de cinco mil 500 pesos.
Se convocó a donantes voluntarios para poder terminar más rápido el edificio, ya que era una necesidad humanitaria, y el 8 de julio de 1949, fecha histórica por ser aniversario de su fundación, se pone la primera piedra de la que sería la sede de la Delegación Cruz Roja y fue colocada por el entonces gobernador Fernando Arenas.
Gracias al gran esfuerzo compartido, se logra inaugurar con toda solemnidad en el mes de abril de 1953, el edificio que hasta la fecha alberga a la Cruz Roja Mexicana Delegación Durango, ésta estuvo a cargo del gobernador Enrique Torres Sánchez y del Arzobispo José Ma. González y Valencia.
Debe anotarse, que se tienen antecedentes desde el 18 de junio de 1913, en los combates habidos en esta ciudad entre las fuerzas federales y los rebeldes revolucionarios, se ondeó la bandera de la Cruz Roja en manos de Eduardo Hernández y Jhon Mac Alpine, que comandaban a un grupo de voluntarios recogiendo heridos y muertos.
Doctor Eduardo Hernández fundador de la Cruz Roja en Durango
Un duranguense muy altruista, de la clase acomodada y de profesión doctor cirujano, fue el real fundador de la Cuz Roja en Durango; su nombre: Eduardo Hernández, de esto hace ya 103 años, con sus propios recursos económicos la fundó.
El doctor Hernández, era muy reconocido en nuestra ciudad, ya que en su consultorio atendía a cientos de personas de manera gratuita, esto en lo que fue su domicilio, muy cerca del paseo de las alamedas.
Lo anterior lo revela el cronista de la ciudad e investigador Javier Guerrero Romero, al ilustrar que el doctor Hernández recibía tal cantidad de pacientes, como si fuera un hospital.
El cronista dio a conocer que el fundador de la Cruz Roja, tuvo que rentar un local en la esquina que forman las calles de 20 de noviembre y Juárez, contra esquina de la Catedral, justo donde se localiza actualmente un negocio de optometría.
Javier Guerrero Romero, dice que eso ocurrió hace 103 años y que después, la Cruz Roja ocupó otro espacio en lo que era el Hospital General, frente al templo del Sagrado Corazón de Jesús.
Comenta que por los años 50, el entonces gobernador de Durango Don José Ramon Valdez, originario de Santiago Papasquiaro, Durango, ordenó la construcción del actual edificio de la colonia Burócrata, donde docenas de generaciones, han sido atendidas o han prestado sus servicios, y hasta se llegaron a celebrar ceremonias religiosas en su capilla, como primeras comuniones, quinceañeras y misas de acción de gracias.
Cuando se levantó el actual edificio de la Cruz Roja, en la avenida 5 de febrero hace más de 50 años, algunos duranguenses altruistas también conformaron el respectivo patronato, como Don Juan Ávila, Salvador Mendívil, Don Andrés de la Parra y Don Carlos Maldonado.
El arzobispo de Durango de ese entonces, Monseñor José María González y Valencia le correspondió llevar a cabo la bendición de este edificio, que durante el sexenio de Maximiliano Silerio Esparza, fue ampliado y remodelado.
Guerrero Romero, propone que al doctor Eduardo Hernández, se le erija un monumento o en su caso, que alguna calle o colonia de la ciudad lleve el nombre de este gran duranguense.
Fuentes: Javier Guerrero Román, Mario Alvarado, Luis Felipe Álvarez Vargas y Jesús Aseff.
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