La prohibición de sembrar maíz transgénico pone en desventaja al campo mexicano ante otros países que han elevado su productividad, opinó el gobernador José Aispuro Torres, ante el incremento del precio del grano amarillo y su impacto negativo en el valor del ganado para exportación.

Nuestro país es autosuficiente en maíz blanco, su producción es usada para elaborar tortillas y otros platillos que forman parte de la dieta de sus habitantes.

«Sin embargo, somos deficitarios en maíz amarillo, importamos el 90 por ciento de este grano de los Estados Unidos, país donde es común cultivar transgénicos; este maíz se esa para alimentar al ganado», subrayó.

El precio del maíz está registrando un aumento descomunal este 2021 en la Bolsa de Chicago debido a la disminución en la estimación de producción en Estados Unidos y la creciente demanda del grano amarillo por parte de China.

Para los ganaderos locales es un impacto negativo en el valor de sus becerros para exportación, ya que los empresarios estadounidenses aplican la fórmula: “maíz caro, becerro barato”.

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Además de disparar los costos de los insumos para la engorda nacional, lo que en consecuencia aumentará en el precio de la carne afectando a las familias.

El gobernador Aispuro Torres, recordó que en Durango se cuenta con uno de los rastros de engorda más grande del mundo (SuKarne en el municipio de Tlahualilo), y es además, uno de los principales estados exportadores de ganado en pie a los Estados Unidos.

Durango hace esfuerzos por aumentar su producción de maíz, pero ha sido insuficiente para cubrir la demanda local de este grano para el sector ganadero.

En este sentido, está en desacuerdo que la secretaría de Agricultura limite el uso de tecnologías que en el mundo han demostrado que elevan la productividad, como es el uso de transgénicos y de glifosatos para el control de la maleza.

“Es una situación que nos preocupa, habremos de trabajar con los ganaderos y agricultores, para ver que programas podemos implementar”, adelantó.

Finalmente, el Ejecutivo estatal coincidió con los productores pecuarios en desaprobar la decisión del Gobierno federal de desaparecer programas de apoyo para este sector como el Progan y el Seguro Catastrófico, los cuales eran de gran beneficio.

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