Las personas que viven en situación de calle integran un grupo social diverso compuesto por niñas, niños, jóvenes, mujeres, hombres, familias, personas mayores, personas con discapacidad y otras con diferentes problemas de salud y adicciones.
Estas personas pueden o no tener relación entre sí y subsisten en la calle con sus propios recursos, los cuales son insuficientes para satisfacer sus necesidades más elementales.
Muchas de estas personas se encuentran en abandono social, pues no cuentan con la atención y cuidado de familiares, instituciones y de la sociedad en general, lo cual repercute sobre su bienestar en términos físicos, psicológicos y emocionales.
En relación con el tema, Isabel Ontiveros, directora del DIF Municipal, asegura que no han bajado la guardia y siguen los operativos nocturnos para ayudar a nuestros hermanos indigentes.
«No hemos bajado la guardia y de ninguna manera pensamos bajarla, menos ahorita que las temperaturas han descendido mucho, en el caso de las personas en condición de calle continúan en sus espacios propios, sin pocos los que acceden a ir a un albergue, sin embargo, se continúa con los operativos nocturnos para brindar ayuda a quienes duermen a la intemperie», aseguró.
«El médico nos acompaña cada tercer día para revisar a estas personas, en este momento hay un padrón de 120 personas en condición de indigencia, la mayoría no acepta ir a un albergue y no los podemos obligar, pero si es nuestra responsabilidad estar cuidando de ellos y llevarles alimentos y bebida caliente», agregó.
«Se les entrega desayuno, comida y cena, sin embargo, no todos permanecen en el mismo lugar, pero se hace todo lo necesario por ayudar».
El 90 por ciento de personas en condición de calle padecen de sus facultades mentales y todo derivado del alcoholismo y drogadicción; y al menos el 50 por ciento seguramente tienen familia, por lo cual en el DIF se dan a la tarea de investigar para localizarlos y exhortarles a que se hagan responsables de sus familiares, pero no aceptan.
De las 120 personas, 25 no son originarios de la capital, hay algunos de otros municipios e incluso de otros estados como Zacatecas, Torreón, Ciudad Juárez y Monterrey.
Las personas en situación de calle suelen vivir en extrema pobreza, tienen vínculos familiares fracturados o frágiles, y no cuentan con una vivienda regular. Por ello buscan lugares públicos o provisionales (calles, veredas, plazas, puentes, edificios, coches abandonados, etc.)
Además de la “falta de vivienda o techo”, involucra otras vulneraciones respecto del acceso a derechos como salud, educación, trabajo, identidad, entre otros, en los cuales sufren también situaciones de violencias de diversos tipos, dificultades de salud física y mental.
Por: Víctor Salas