Por Víctor Salas
Se ha mencionado que en el mes de diciembre es cuando incrementa el número de mujeres violentadas, sin embargo, la atención baja por la misma temporada en la que se guarda el amor y el romanticismo porque se cree que la familia debe mantenerse unida y con la firme esperanza de que todo cambiará y las agresiones se detendrán.
Ante esta situación, Mina Argumedo, directora del Instituto Municipal de la Mujer, expresó que la violencia hacia la mujer y niñas efectivamente aumenta hasta un 30 o 40 por ciento.
“Incrementa durante la temporada navideña debido al consumo de alcohol durante las fiestas, el convivio entre todos los familiares; sin embargo, es en el mes de enero es cuando se ve reflejado este acontecimiento, ya que las mujeres que son maltratadas acuden a solicitar algún tipo de apoyo o asesoría cuando los niños regresan a la escuela y el esposo se va a trabajar.
Es precisamente ahí cuando se ve la realidad del pueblo y nos damos cuenta de que no alcanza para los útiles escolares o para la comida y es ahí cuando la mujer siente la inquietud o angustia de acercarse a alguna institución para apoyarla en temas de economía y buscan ayuda con créditos para poder solventar las necesidades del hogar”.
La violencia incrementa en diciembre hasta en un 30 o 40 por ciento y definitivamente es algo significativo. Es en febrero o marzo cuando se logra observar las secuelas de las convivencias navideñas y los excesos en el alcohol, o cualquier tipo de adición y por ello acuden a solicitar asesoría o atención.
Lamentablemente, durante las fiestas decembrinas, la violencia crece porque se dan los aguinaldos y se presentan algunos días de descanso. Muchos de los agresores, en lugar de proveer lo que la familia necesita, utilizan el recurso de manera negativa con la compra de drogas, con la compra de bebidas alcohólicas y esto genera violencia familiar dentro de los hogares.