Durante el fin de semana en la ciudad de Durango, se registró un hecho que despertó muchas dudas tanto reglamentarias como en operatividad, se trata de la intoxicación de al menos 17 menores en la alberca de un motel. ¿Qué fue lo que pasó?

Conforme al paso de los días se vuelve más popular la renta de albercas con habitación en los moteles, a donde incluso ingresan niños, jóvenes y adultos para llevar a cabo convivencias recreativas. Esto es porque para las familias o grupos de amigos resulta más económico que salir de la ciudad en busca de un balneario o paraje turístico, incluso que la playa.

Pero en este caso, ¿es legal el acceso de toda persona a este tipo de complejos que se limitan a registrar solo las características y placas de los autos y no de las personas?

A nivel federal, las Normas Oficiales Mexicanas Turísticas, expedidas por la Secretaría de Turismo, miden los estándares de calidad y seguridad de este tipo de espacios. De las siete normas vigentes, sólo dos se refieren a establecimientos de hospedaje.

La primera es la NOM-07-TUR-2002 que establece la existencia de un seguro de responsabilidad civil en caso de que se presenten hechos u omisiones que en términos de la legislación federal vigente, causen la muerte de los usuarios.

La segunda norma que atiende este tema es la NOM-010-TUR-2001 que trata de los requisitos que deben contener los contratos que celebran los prestadores del servicio con los usuarios y reitera tanto el seguro como la papeleta de registro con fecha de entrada y salida, nacionalidad, lugar de residencia y número de personas por habitación ocupada.

Ante esto, y por el riego de salud que enfrentan los menores que resultaron intoxicados, el regidor de Morena, Jorge Silverio Álvarez, llamó a clausurar el complejo hotelero ubicado en la salida a Mazatlán, a la par que cuestionó el ingreso de los menores a un «hotel de diversión para adultos».

El aseo y limpieza del agua, con lo químicos suficientes y necesarios, también es parte fundamental de lo que pasó y el riesgo que persiste al no contar con una debida capacitación.

La doctora Cristina Ortega Casanueva, especialista en alergología pediátrica, explica que el cloro de las piscinas puede provocar dificultades respiratorias. Está demostrado que un exceso de cloro aumenta las posibilidades de que un niño desarrolle síntomas asmáticos.

Este efecto es mayor cuanto más pequeño sea el niño, cuanto más concentrado esté el cloro en el agua y cuanto más tiempo pase dentro de ella. Esto es así debido a que la sustancia más dañina para el sistema respiratorio, la cloramina, se genera por reacción entre el cloro, el agua y los fluidos orgánicos del cuerpo, como sudor, saliva y especialmente, orina. Por esta razón, expertos en medicina y primeros auxilios aconsejan a los responsables técnicos de las piscinas que sigan al pie de la letra la normativa existente al respecto. Es imprescindible hacer una revisión mensual en capacitación, instalaciones, y así evitar tragedias,

A decir de Protección Civil Municipal, los hoteles de paso que cuentan con alberca sí están debidamente revisados en cuanto a seguridad. La revisión es anual y en particular este Auto Motel cuenta con sus revisiones y protocolos en regla, así lo explicó el director municipal Gustavo Paredes Moreno.

Sobre el cumplimiento de la reglamentación,  el director municipal de Inspectores, Ubaldo Salazar, asegura que el hotel del incidente cuenta con la constancia de inscripción al padrón de empresas, por lo que trabaja en total legalidad.

Entonces, se normaliza pensar que la seguridad y salud de los usuarios pasan a segundo término si de economizar en la diversión se trata.

Por: Harimm García 

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