Sabemos que diputados y líderes campesinos de diversos estados que también están severamente afectados por la sequía, han ido a la Ciudad de México para gestionar en la Conagua algunos apoyos, sin embargo, solo les ponen trabas. Definitivamente la burocracia terminará de sepultar al campo, expuso el diputado local, José Carmen Fernández Padilla. Agregó, que ahora ya es muy complicado que ayuden a Durango porque todos los recursos se irán a Guerrero.
Hemos visto que a quienes piden los apoyos para atender los temas de sequía, les ponen muchas trabas. Normalmente la Conagua pide que el primero en declarar la emergencia sea el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
Lamentablemente hay mucho burocratismo. En el estado, todas las dependencias federales tienen representación, por lo que conocen las estadísticas y saben lo que se va a cosechar, a pesar de eso, no hay avances.
“Aquí nada más nos queda apelar a la sensibilidad de la Federación para que nos voltee a ver, porque es a ellos a quienes les corresponde bajar los recursos. Ahora también tenemos el problema de que con la situación que vive Acapulco, el grueso de los recursos se va a canalizar para ellos”, dijo.
Fernández Padilla, dijo que Durango tiene una pérdida estimada en el campo de cinco mil millones de pesos, en 500 mil hectáreas perdidas con un costo de alrededor de nueve mil pesos por hectárea. Hay que apuntar que esto no incluye la ganadería, renglón que también tiene pérdidas importantes porque la vacas se andan vendiendo en tres mil pesos y las “mejorcitas” en seis mil.
Finalmente, reiteró que los campesinos apelan a la sensibilidad del Gobierno federal para que apoye a Durango para afrontar los efectos de la sequía.
Por: Brenda Maurer
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