Por: Antonio Gaytán
Calor intenso amenaza producción de alimentos, las altas temperaturas reducen cosechas de trigo y maíz, declaró el gerente Hub Pacifico Norte del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMyT), José Luis Velazco.
Los sistemas agrícolas son muy susceptibles al cambio climático, es decir, a fenómenos meteorológicos extremos que impactan el rendimiento de los cultivos.
Afectando en consecuencia, la creciente demanda mundial de alimentos.
- Velazco, tiene a su cargo del programa Sistemas Agroalimentarios Sustentables del CIMMyT.
- Especialista que tuvo una participación en el programa Aquí hay Campo de Canal 15.
El aumento de la temperatura reduce los rendimientos globales de cultivos de cereales básicos para la alimentación de la población mundial.
Hay estudios que apuntan a que por cada centígrado de aumento en la temperatura global se pierde hasta el 6 por ciento de las cosechas de trigo y hasta un 7.4 por ciento de las cosechas de maíz.
CIMMyT busca, mediante innovaciones, que los sistemas de producción de cereales básicos se adapten a la variabilidad climática.
Innovaciones van desde mejoramiento genético de las plantas, que es indispensable para que las nuevas variedades sean tolerables a las condiciones de sequía y altas temperaturas.
Así como sistemas de conservación para enfrentar el cambio climático y adaptar los cultivos.
José Luis, explica que cultura de conservación promueve la alteración mínima del suelo, mantenimiento de una cubierta permanente y la diversificación de especies de plantas.
Tres principios de una agricultura de conservación con amplias ventajas para el medio ambiente y para la economía de los productores.
Una de las ventajas a nivel agronómico es que aumenta la infiltración del agua, mayores rendimientos bajo sequía, reducción de la erosión del suelo, incremento en el contenido de carbono orgánico y más biomasa microbiana.
También debe considerarse eficientar el uso del agua, nutrientes, energía y mano de obra. Esto puede ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptar la agricultura a la variabilidad climática y a los eventos extremos.
CIMMyT ha documentado extensas ventajas de la agricultura de conservación en comparación con la labranza convencional, una de ellas es un aumento en rendimientos que van desde media tonelada hasta una tonelada, en el caso del maíz y el trigo.
Se ha documentado que la agricultura de conservación mejora la estructura del suelo en los primeros 7 centímetros con mayor concentración de nutrientes.
CIMMyT cuenta con dos campos experimentales en Sonora
Existen dos campos experimentales en Sonora, una en Ciudad Obregón y otra en Navojoa.
En Ciudad Obregón hay varios terrenos, en uno hace 10 años que no se mueve el suelo y se deja el rastrojo; en otro se hace labranza tradicional quemando el rastrojo; en otro más se realiza labranza tradicional pero incorporando el rastrojo con pasos de rastra; y otro más, con agricultura de conservación removiendo el 70% del rastrojo en la superficie.
El resultado arroja que en los terrenos con menor daño a la microbiología del suelo fue la agricultura de conservación dejando todo el rastrojo sobre la superficie.
A diferencia del terreno donde se quemó el rastrojo, está práctica daña al suelo porque mata los microorganismos y reduce la eficiencia de los nutrientes.
También se encontró que sembrar sin mover el suelo tiene una relación altamente positiva con la biomasa microbiana y el contenido de nitrógeno total.
Al contrario de la labranza convencional quemando el rastrojo aumenta los niveles de sodio y la conductividad eléctrica, es decir, hace los suelos más sódicos y alcalinos, que es perjudicial a los rendimientos y los cultivos en general.
En el campo experimental de Navojoa se hace labranza convencional con dos riegos y labranza convencional con tres riegos; y agricultura de conservación con dos riegos y agricultura de conservación con tres riegos.
Los resultados fueron que en los últimos cuatro años se vio que en la agricultura de conservación con dos riegos tiene rendimientos superiores a la práctica con tres riegos, tanto convencional como de conservación, esto da respuesta a los agricultores para ser más eficientes en el manejo del agua.
Hoy que el calor intenso amenaza producción de alimentos, de granos básicos como maíz y trigo, una práctica muy favorable es la agricultura de conservación para aprovechar la humedad y mejorar la estructura del suelo, labranza cero.
