Por: Brenda Maurer
Se estima que los expendedores de carne, tendrán una caída en sus ventas de un 60 por ciento de su productos en este periodo de cuaresma; debido a que la población mantiene la tradición de no ingerir este alimento como parte de su fe religiosa, así lo expuso Rogelio Soto Ochoa, presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango (UGRD).
Apuntó que los precios de esta proteína se han mantenido; de tal manera que la carne popular fluctúa entre 160 y 180 pesos el kilo; la llamamos carne de sabana; mientras que la carne de engorda sube de 220 hasta 240 pesos. Definitivamente lo más caro son los cortes como RibEye y Sirlon de engorda, que fluctúa de 325 a 380 pesos el kilo.
El líder ganadero, señaló que la carne desde hace décadas es un artículo de lujo “y creo que a la fecha lo sigue siendo porque es caro, sin embrago en pandemia aumentaron las ventas. Hoy la carne se regula por el mercado internacional y pienso que se va a estabilizar en los próximos meses”.
Abundó en que desde el miércoles de ceniza, ya se consume un mínimo de carne, cuando se vienen los tiempos de cuaresma se reduce el consumo de carne hasta en un 60 por ciento porque se guarda la tradición, finalizó.
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