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Cartas a Marcela

16/12/2024 - Hace 3 horas en Durango

Cartas a Marcela

Local | 16/12/2024 - Hace 3 horas
Cartas a Marcela

Han pasado varios días desde que en la familia Alcázar Rodríguez, la ausencia de Marcela cada día duele más. En el local de los elotes MMMMM Mariana y Miriam —las dos hermanas de Marcela— esperan a los clientes que no vieron la semana pasada, cuando mantuvieron cerrado el negocio por el luto que cargan en el alma.

Marcela fue la menor de tres hermanas. La aventurera, la que volaba su dron para tomar fotos aéreas, la amante del cine, la que hacía la salsa de habanero para los elotes y la que tenía un alma buscadora.

“Marcela buscaba aprender cosas nuevas, siempre tuvo la inquietud por saber cosas nuevas, saber algo más”, dice resignada Mariana.

Su búsqueda por el aprendizaje la llevó a inscribirse a un diplomado en “Formación de Sanadores” con fines terapéuticos relacionados con la espiritualidad en el Centro Moyocoyani.

“Ella no se quedaba quieta, no se quedaba con una sola cosa. Es decir, siempre buscaba el porqué de todo. No se conformaba con una cosa, ella siempre aprendía. Desde chiquita siempre quiso saber el porqué de las cosas y nunca se quedó conforme con una cosa, siempre quiso aprender más”, señala Miriam.

La sobrevivencia a tantas preguntas para estas hermanas cada día se hace más difícil.

“Vivimos en la incertidumbre, con la duda de saber muchas cosas. No sabemos donde preguntar, porque a la principal persona no está para que nos dé la respuesta”, dice Mariana mientras observa un punto fijo.

En estos días a la más pequeña de las M´s la esperan. La buscan en su mascota, en sus cosas, en la música. La necesitan esta Navidad y, hoy, escriben una carta que no podrá ser leída por su destinataria:

“Nos falta una M”:

“Quiero que sepas que te extraño mucho, es muy difícil no verte ni escucharte todos los días, no tengo con quien renegar y ponernos de acuerdo para ver las series que dejamos pendientes.

Me haces mucha falta, nos hace falta una M en las cinco M´s. Sé que estás descansando y era tu momento, pero no se vale la manera en que te fuiste. Felipe te está esperando, mientras yo lo cuido por ti, ya no le voy a decir nada.

Y ahora, ¿qué vamos a hacer sin ti para todos los planes que teníamos? Dijiste que, aunque estuviera viejita, me ibas a llevar a Tomorrowland. Tú sabías que siempre que me llamaras iba a ir por ti a donde sea que estuvieras y aquí sigo esperando que me hables para ir por ti. Siempre te dije que tú eras una chingona en todo lo que hacías y lo sigo pensando. Estoy muy orgullosa de ti y de todo lo que lograste, porque no tenías miedo de hacer las cosas.

Esta y todas las fechas van a doler porque no vas a estar con nosotras, pero sé que un día nos vamos a ver de nuevo y vamos a estar juntas”.

La esperanza que mantienen estas hermanas de ver a Marcela una vez más, se vuelve infinita, cuando, sin pensarlo, recuerdan los momentos que pasaban juntas:

“La valentía solo es para personas únicas y especiales como tú”

“Hola tú:

¿Qué te puedo decir que no te haya dicho?

Te extraño aún más que cuando estabas en México y por mucho que quiera creer que estás allá haciendo películas y trabajando en lo que te gustaba, llegar y ver tu foto me devuelve a la triste realidad de que no vas a volver.

Gracias por haberme dado la dicha y orgullo de poder decirte que eres la mejor y más chingona hermana que puedo tener. Eres un gran orgullo para mí y justo unos días antes te lo dije: fuiste y serás siempre una valiente, algo que yo nunca pude ser.

Me encantaba que fueras tan aventada y tan decidida. Y me decía a mí misma, ¿por qué yo no podría ser así? Y creo que empiezo a entender que la valentía solo es para personas únicas y especiales como tú.

Perdóname si algún día no supe estar para ti o te hice sentir como si no me importaras, porque a lo mejor yo no te lo decía tanto como tú a mí, pero te amo, siempre lo he hecho y siempre lo haré.

Desde el primer día que llegaste a nuestra familia, fuiste lo más hermoso que había visto en mi vida. La vida sin ti ya no será igual, faltarán tus ocurrencias, tus risas, tu voz, tu esencia especial que nos unía como familia.

¿Con quién voy a ver Dragon ball y comer maruchanes?, ¿a quién le diré: ‘cachetes, píchame un sushi’, ¿Quién llegará con su mano gordita a pedirme dulces?

Espero que donde estés seas feliz, igual o más de lo que eras aquí. Que tengas los mejores atardeceres para fotografiar y que si algún día tienes chancita, vuelvas y me des un abrazo.

No te preocupes por mis papás y por Mariana, que aquí estaré para cuidarlos. Sé libre y feliz como siempre.

Te amo”.

Mientras estas hermanas se muestran con un semblante sereno, su mente divaga en un torbellino de emociones que no tienen otro cauce que seguir buscando que se haga justicia.

“La persona se fue inmediatamente después de que sucedió el hecho, pero eso no significa que no se le va a detener en caso de que no se llegara a presentar. Es importante que la ciudadanía no vaya a cualquier lugar a que le pongan cualquier sustancia, ni a tomar cualquier cosa que no esté recomendada y que no esté autorizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, dijo recientemente a Notigram Sonia de la Garza Fragoso, Fiscal del Estado de Durango.

La tragedia ha encendido alarmas sobre los riesgos asociados a este controvertido ritual, pues diversos expertos en toxicología y biomedicina coinciden en que el Kambó puede ser fatal, pues quemar la piel para aplicar este veneno podría facilitar infecciones o propagación de microorganismos dañinos.

Esta práctica prohibida acabó con la promesa de esta cineasta que se fue pensando en aprender nuevas técnicas de sanación ancestral.

Marcela, “Marsh”, se fue con muchos planes por hacer, se fue con muchas fotos pendientes, se fue sin despedirse de su gato Felipe, se fue asesinada.

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