Carlos Herrera González, hasta hace unos días trabajaba para una empresa que se dedica al mantenimiento e instalación de elevadores y escaleras en Durango, así como en otras ciudades del país. Hace poco menos de dos semanas, derivado de las labores que realizaba en Mazatlán,  cayó de un elevador. Este accidente no solo lo dejó inmovilizado por un par de semanas, sino también sin trabajo y desvalido en la mencionada ciudad, pues su jefe no solo lo despidió después del percance sino que ahora también se niega a hacerse responsable del tratamiento médico al no tenerlo asegurado.

«Al momento del accidente me llevó a una clínica particular y los primeros días cubrió algunos gastos, pagó viáticos de mi esposa a Mazatlán para que estuviera conmigo pero después ya no quiso hacerse responsable porque dijo que el no tenía porque mantenernos. Respondí que si me hubiera tenido asegurado, la incapacidad y el seguro se habrían encargado de todo pero nunca me dio esa prestación» explico el denunciante.

Y es que luego de deslindarse y ante la falta de recursos para seguir pagando traslados, hospedaje, alimentación y tratamiento médico, Carlos y su familia lograron comunicarse con el DIF de Mazatlán que hasta el día de hoy, han sido quienes se han hecho cargo de darle asilo a el y a su familia y de encargarse de la gran mayoría de los gastos.

Lo que busca es que alguien, ya sea una autoridad o un abogado, puedan tomar su caso, para que por medio de una representación legal, su empleador asuma la responsabilidad que por Ley le corresponde.

Por: Fabiola Nevárez

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