Por: Manuel Díaz 

Una amiga enfermera perdió la vida a consecuencia del COVID-19, si tuviera la oportunidad de hablar con Dios, le pediría que pronto se tuviera la vacuna para evitar más muertes por esta enfermedad, compartió Noemí Flores, enfermera del ISSSTE.

Fue la semana pasada cuando falleció la amiga de la enfermera, permaneció 15 días hospitalizada a consecuencia de las complicaciones por el COVID-19.

Ella requirió apoyo ventilatorio, debido a las afectaciones del COVID-19, podría decirse que estaba inconsciente para resistir el dolor que causa el procedimiento médico.

«No tuve la oportunidad para estar físicamente al lado de mi amiga, para darle fuerza mientras estuvo internada, no le dije adiós, otras amigas de toda la vida laboral en el ISSSTE, tampoco tuvieron la oportunidad para despedirse de nuestra amiga enfermera».

Con esta enfermedad ni siquiera se puede acudir al funeral para dar el último adiós, no se cuenta con el cuerpo presente, porque debe ser incinerado, debido a que los protocolos sanitarios son estrictos, para evitar la propagación del virus y no se permiten visitas físicas.

Dentro del Hospital Santiago Ramón y Cajal que pertenece al ISSSTE, se contabilizan tres enfermeras que fallecieron a consecuencia del COVID-19, en Gómez Palacio se tiene la muerte de otra compañera.

«Cuarenta años tenía la enfermera que falleció a consecuencia del COVID-19 y desde la secundaria fuimos amigas», finalizó.