Por: Manuel Díaz

Los templos católicos están afectados en su economía porque se dejaron de percibir los diezmos y las limosnas a partir de que comenzó la contingencia sanitaria del COVID-19, compartió el vocero de la arquidiócesis, Noé Soto.

Al no contar con  ningún tipo de celebraciones presenciales en los templos, tampoco se tiene ningún tipo de ingreso monetario, porque éstos vienen de parte de los creyentes al asistir a las misas presenciales.

Son los fieles quienes de manera libre y generosa otorgan los diezmos y las limosnas, tanto en las celebraciones religiosas, así como en las convocatorias por el diezmo. Pero a consecuencia de la pandemia, no se cuenta con ninguno de estos dos apoyos por parte de los creyentes.

“Es absolutamente considerable el impacto”, agregó Soto quien explicó que las iglesias católicas no están percibiendo nada de dinero en los templos. Y esta situación, aunque es complicada, también nos permite solidarizarnos con una gran cantidad de personas que atraviesan por dificultades económicas por la pérdida de empleos.

Sin embargo, es importante destacar, que existen personas que de muy buena voluntad están apoyando a los párrocos para su manutención. Porque un sacerdote requiere de insumos para poder vivir, como lo hacen todas las personas.

Disminuyen diezmo por la sequía del campo