Crisis en el frijol de Durango, miles de campesinos han abandonado este cultivo, comentó el ex investigador del INIFAP, Evenor Cuéllar, en el programa “Aquí hay Campo” de Notigram TV, Canal 15.
- El ingeniero Cuéllar Robles formó parte del equipo del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) que impulsó la siembra de frijoles Pintos (Pinto Villa y Pinto Saltillo), variedades que prefieren los consumidores.
Hace algunos años en el estado de Durango se sembraban 300 mil hectáreas de frijol y más de 30 mil agricultores se dedicaban a este cultivo; éramos el segundo productor a nivel nacional, aportando el 12 por ciento de consumo de los mexicanos.
En la actualidad, la superficie baja a 220 mil hectáreas y son menos de 10 mil agricultores dedicados a este cultivo; ahora ocupamos el octavo lugar nacional en producción de frijol, por debajo de Zacatecas, Chihuahua, Chiapas, Nayarit, Guanajuato y San Luis Potosí.
“Nos estamos yendo completamente de la primera división a la segunda división en un cultivo que era muy importante en el estado”, expresó.
En 1995, según un análisis de J. Castellanos del INIFAP, se requerían un millón 443 mil toneladas de frijol para atender la demanda nacional, el consumo percápita era 15 kilos.
Volumen que se dividía en las siguientes variedades: Negros (449 mil toneladas), Flor de Mayo (252 mil), Azufrado (237 mil) Bayo (140 mil), otras (113 mil) y Pinto (98 mil).
Para 2016, el consumo percápita cayó a nueve kilos de frijol y cambiaron las preferencias en cuestiones de variedades.
Para atender la demanda nacional se requerían: Negro (398 mil toneladas), Pinto (280 mil), Azufrado (119 mil), Flor de Mayo (99 mil), Flor de Junio (83 mil), Bayo (32 mil), Claros (23 mil) y otros (17 mil).
La demanda del frijol Pinto siguió subiendo; para 2024, el investigador Jorge Acosta estima que se requieren más de 350 mil toneladas.
El éxito del frijol Pinto, explica el ingeniero Evenor Cuéllar, se debe al mejoramiento genético de esta variedad que se adapta al altiplano semiárido mexicano, además, el Pinto Villa y el Pinto Saltillo, son granos que tienen más vida de anaquel, es un grano que tarda en oxidarse y tiene un sabor que agrada a los consumidores.
Son variedades originadas en Durango que son utilizadas en programas internacionales de mejoramiento genético de frijol; hoy vemos cómo Estados Unidos y Canadá están produciendo frijoles Pintos y entrando al mercado nacional.
En resumen, la crisis del frijol en Durango es porque no hay empresarios agroindustriales de granos, no hay empresarios jóvenes en el campo, la superficie va en disminución, no se han valorado los logros científicos, no hay un programa de semilla básica, no hay producción local de semilla y no hay difusión de nuevas tecnologías.
Qué se requiere para volver a ser competitivos: refinanciamiento de la agricultura, difusión y adopción de nuevas tecnologías, impulso a las innovaciones tecnológicas, mecanización moderna y amigable, mejorar la calidad educativa, fomento al consumo local de frijol, atender mercados externos, apoyar a los campesinos de bajo potencial, desarrollar programas de capacitación y subsidiar semilla de alta calidad.
Por: Antonio Gaytan
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