Por: Manuel Díaz
El Desarrollo Integral de la Familia (DIF) estatal mantiene una supervisión en las zonas rurales, por lo que se descarta que exista explotación e incremento de trabajo infantil, porque en estas zonas se da una enseñanza de los padres con sus hijos para que aprendan el oficio de agricultor y ganadero, explicó el procurador infantil, José Vidal Silerio.
Los padres de familia que viven en la zona rural enseñan en los ratos libres de sus hijos las formas de sembrar y cultivar, el arar la tierra, sacar a pastar las cabras y vacas, así como cada una de las actividades que se realiza en aquellas zonas. «Pero no se cataloga como explotación y tampoco como un incremento de trabajo infantil».
De forma seguida el personal del DIF estatal viaja a las comunidades para revisar la situación en las comunidades rurales, y los niños desempeñan actividades pero que no colocan en riesgo su integridad y continúan realizando sus tareas escolares.
Por lo que la encuesta que se informó en el ámbito nacional muestra números fríos, que no corresponden a explotación o incremento de trabajo infantil, porque en el lapso de un año el DIF detectó dos casos de explotación laboral infantil, mismos que fueron atendidos, finalizó.