Durante décadas, las y los locatarios del mercado Ex Cuartel Juárez trabajaron bajo instalaciones eléctricas deterioradas que representaban un riesgo constante. Hoy, esa realidad cambió gracias al compromiso del Gobierno Municipal y el respaldo del Cabildo, que transformará este espacio emblemático en un lugar funcional y confiable para cientos de comerciantes y sus familias.

“Era algo principal para todos los comerciantes, su seguridad. La ciudadanía tuvo conocimiento de recurrentes incendios donde muchas familias perdían todo su patrimonio y creo que era justo y necesario dar inicio con estos trabajos, para beneficio y regularización de más de 500 locatarios”, expresó el presidente municipal Bonifacio Herrera.

Con una inversión de 10 mdp, el Ex Cuartel Juárez se renovará de manera integral en sus instalaciones, con la sustitución completa del sistema eléctrico, alimentación para 273 locales, instalación de luminarias tipo LED y una subestación tipo pedestal.

Esta obra será posible gracias al convenio “Peso a Peso” firmado con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), con el que se liquidó un adeudo de más de 30 años y se restableció el suministro eléctrico para las familias que dependen de sus negocios en la zona.

Estas acciones dignifican y fortalecen la actividad comercial como el sustento de miles de familias duranguenses, y eliminan los riesgos que durante años pusieron en peligro a quienes trabajan y acuden a este mercado tradicional.

Comerciantes como Julia Ávila expresaron que estos trabajos vienen a dar tranquilidad a los locatarios y sus familias. “Después de 32 años estos trabajos para nosotros son una gran alegría porque nos están haciendo esta obra, aquí vivimos todos los días, aquí es nuestra casa, era una bomba de tiempo”, señaló.

Con obras como esta, el Gobierno Municipal reafirma su compromiso de escuchar y atender a la ciudadanía, cumpliendo con hechos que fortalecen los espacios emblemáticos de la ciudad y brindan tranquilidad y confianza a quienes forman parte del corazón económico de Durango.

Por: Mónica Haro