Por: Silvia Ornelas

El vocero de la Arquidiócesis de Durango, Noé Soto Valdez, señaló que se ha registrado una disminución de  celebraciones religiosas por actos de violencia, principalmente en comunidades que se encuentran en los límites de Durango-Zacatecas. Dijo que han respetado a los sacerdotes, sin embargo, temen por su seguridad los habitantes.

Señaló que la Iglesia católica es una fuente de unión por la paz y lo seguirán siendo, pues siempre buscarán que perdure y que se erradiquen todas las circunstancias de violencia para que Dios cambie los corazones de los que hacen el mal y el Gobierno siga levantando la voz.

Agregó que se ha detectado una disminución importante de las celebraciones religiosas ante la violencia que se está viviendo a nivel nacional, incluso en estos límites de Durango-Zacatecas.

Destacó que frente la violencia que se desató en los límites de Zacatecas fue difícil, ya que a la Arquidiócesis de Durango le corresponden nueve municipios, donde se han vivido más circunstancias de violencia: «Gracias a Dios a nosotros los sacerdotes nos han respetado», precisó.

Los habitantes tienen miedo y ha bajado también la afluencia de fieles. La Iglesia católica estará presente a pesar de la violencia.

Los municipios con más incidencia delictiva son Sombrerete, Río Grande, entre otros.