El inicio del evento de El Niño de 2023-2024 fue declarado el 4 de julio de 2023 por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).​ Se estimó entonces que los efectos meteorológicos más significativos ocurrirían entre noviembre de 2023 y abril de 2024, y sus características estarían determinados en función a cada territorio del planeta, dentro de los cuales se consideraron sequías, lluvias intensas, incendios forestales, olas de calor, ciclones, inundaciones y cambios en los patrones de los vientos.

Estos eventos, como lo hemos visto desde el año pasado en Durango, ya han afectado negativamente las actividades económicas de agricultura y pesca, generando escasez y alza de precios de los alimentos y por lo mismo, un aumento de la inseguridad alimentaria de las poblaciones más vulnerables.

Este 2024 las circunstancias climatológicas no serán diferentes, ya que el Centro Meteorológico Nacional indicó que sus consecuencias se presenten en un 73 por ciento de probabilidad de que regrese a condiciones de ENOS neutral durante el período de abril a junio de 2024.

Estimaciones señalan que en estados del norte: Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sinaloa, Durango, Baja California y Baja California Sur están en riesgo de sufrir climas secos durante otoño e invierno.

En tanto, las entidades del centro y parte del sur: Yucatán, Chiapas, Oaxaca, Campeche, Tabasco, Estado de México y Ciudad de México presentarían climas más húmedos, además de enfrentar periodos de sequía.

Prevén temperaturas máximas de entre 40 a 45 grados centígrados en Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán y Guerrero, mientras que en Sinaloa, Oaxaca (costa) y Chiapas (costa) podrían alcanzar entre los 35 y 40 grados; y en las regiones sur de Sonora, Morelos y Puebla alcanzarán hasta entre los 30 y 35 grados.

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Por: Fabiola Nevárez