Durango está tan seco que las lluvias que provocó el huracán Lidia no recargaron las presas, comentó la directora General de la CAED, Yadira Narváez Salas.
El huracán Lidia impactó en días pasados las costas del Pacífico, tocó tierra como categoría 4 en la localidad de Las Peñitas, Tomatlán, Jalisco; provocando severos daños.
Este fenómeno generó una amplia banda nubosa que, en el caso del estado de Durango, propició lluvias de regulares a intensas en prácticamente todo su territorio.
Se esperaba que estas precipitaciones, además de llenar bordos de abrevadero y recargar acuíferos, escurrieran corrientes por arroyos y elevarán los niveles de las presas.
“Es muy afortunado que hayamos tenido estas lluvias, tal vez para el campo y recarga de acuíferos, porque fueron lluvias que penetran al subsuelo, pero no creo que hayan mejorado las condiciones de los ríos y presas”, apuntó la funcionaria.
La directora de la Comisión del Agua del Estado de Durango (CAED) señaló que el suelo estaba excesivamente seco y no hubo escurrimientos importantes.
Según el reporte Evolución de Almacenamiento en las principales Presas y Registro de Datos Climatológicos de los Distritos y Unidades de Riego de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el porcentaje de almacenamiento de las diez principales presas de Durango, en promedio, es del 50.3 por ciento de su capacidad; es decir, semivacías.
Las presas más vacías con la Santa Elena (12.6%), seguida por Peña del Águila (19.6%), Francisco Zarco (34.3%) y Guadalupe Victoria (39%).
Además, tenemos arroyos y ríos secos, condición que obliga a la CAED a monitorear permanentemente a las comunidades que se abastecen de aguas superficiales para atender cualquier situación de escasez; lo que se espera se recrudezca en próximos meses.
Yadira Narváez mencionó que vienen semanas frías y se reduce el riesgo de problemas gastrointestinales, pero esto no quiere decir que los gobiernos municipales dejen de clorar el agua sus sistemas de abastecimiento, debe seguir realizándose.
Por: Antonio Gaytán