Este sábado, las calles de Durango capital vibraron con fuerza, color y orgullo. Miles de integrantes de la comunidad LGBTIQ+ salieron a marchar en la decimocuarta edición de esta movilización que ya es símbolo de lucha, identidad y amor.

La marcha de este año estuvo dedicada especialmente a las lesbianas, reconociendo su papel histórico en la defensa de los derechos humanos y visibilizando sus historias que, por años, fueron silenciadas.

Con vestuarios vibrantes, mensajes de respeto y consignas por la igualdad, la comunidad dejó claro que el amor no se esconde, se celebra. Esta manifestación no solo fue una fiesta, fue también un acto de resistencia, una voz colectiva que exige inclusión, seguridad y dignidad para todas las personas, sin importar su orientación sexual o identidad de género.

Hoy Durango dio un paso más hacia una sociedad más justa y respetuosa.

Porque ser tú mismo no debería ser un acto de valentía, sino un derecho.

¡Gracias a quienes marchan, resisten y nos enseñan que el orgullo es lucha y también esperanza!