Un niño que sufrió de violencia sexual se queda callado por miedo, vergüenza o culpa, éste es uno de los comportamientos relacionados con el abuso, de acuerdo con «Aldeas Infantiles SOS».
En medio de la pandemia, el abuso sexual es uno de los delitos que ha incrementado y uno de los factores es el confinamiento.
Esto prueba una vez más lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha informado: el 70 por ciento de los abusos contra niñas, niños y adolescentes ocurren dentro del hogar. Éstos son perpetrados por familiares o amigos cercanos de la familia.
Ellos callan porque en ocasiones no identifican el abuso como tal. El psicólogo Roberto Montano, indicó que, «los niños no integran que una persona que ellos aman esté abusando de ellos».
Incluso, «lo pueden integrar como una manifestación amorosa», advirtió. Sin embargo, el daño comienza a hacerse evidente en poco tiempo.
Algunas víctimas pueden presentar cambios bruscos en el comportamiento. Por ejemplo, si la niña, niño o adolescente es sociable, de repente se vuelve retraído. Si había dejado de mojar la cama, vuelve a hacerlo. También podría sufrir alteraciones en hábitos alimenticios, come poco o demasiado.
El abusador en casa
La COVID-19 provocó que las niñas, niños y adolescentes permanezcan mucho o todo el tiempo con sus victimarios. Roberto Montano, afirmó que «es un tema complicadísimo porque desgraciadamente la mayoría de los agresores sexuales están al interior de las casas».
En 2020, de acuerdo con la Procuraduría de la Defensa de las Niñas, Niños y Adolescentes del DIF, en Durango el año pasado se registraron 36 denuncias por violencia contra este sector.
El subprocurador Juan Carlos Cardoza, informó que estas denuncias generaron investigaciones por parte de la Fiscalía local.
En cuanto a la cifra global, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, estableció que emprendieron 995 investigaciones por violencia sexual en todo el estado.
La estadística corresponde a lo ocurrido en 2020 en Durango, y refleja un incremento de delitos sexuales en comparación con 2019.
Sin embargo, «Aldeas Infantiles SOS» ha advertido que solo se da a conocer el dos por ciento de las cifras reales de abuso contra los niños.
Estas cifras indican que alrededor de 4.5 millones de niños son victimas de abuso sexual, pero solo es el dos por ciento de los casos reales.
Si bien al inicio las víctimas podrían no identificar la agresión sexual, al comenzar a presentar los efectos de la misma, podría sentir vergüenza y miedo, comportamientos que inhiben la denuncia.
El psicólogo dijo que, «es hasta mucho tiempo después que, ellos dicen oye esto que hizo fulana, fulano, no estaba bien».
Educar a los niños desde pequeños
Educar a los niños desde pequeños puede ser útil para reducir el riesgo de abuso o bien para incrementar las denuncias.
Roberto Montano, recomendó que «desde pequeñitos se les puede enseñar a tener amigos a convivir con los demás a respetar su cuerpo, a conocer su cuerpo».
Destacó que, esto es parte de la educación sexual, pero el problema es que, dijo, «los modelos educativos como que se enfocan mucho en el contacto genital, pero el contacto genital es solo una pequeña parte de la educación sexual».
No obstante, sigue siendo un tema difícil para los padres que aún no hablan con sus hijos sobre la sexualidad.
Si usted es padre de familia, puede empezar por hablar con sus hijos sobre lo que es público y lo que es privado, es la recomendación del especialista.
Esta conversación se puede realizar con niños de entre tres y seis años.
«Es necesario que conozcan en que momento algo es privado y nadie tiene derecho a estar ahí; nadie tiene derecho a tocarme, nadie tiene derecho a saber», refirió.
«Y, en que momento es público, por ejemplo un saludo es público, un beso en la boca es privado», explicó. Estos «detallitos» dijo Roberto Montano, «combaten de una manera increíble el abuso sexual».
Ésta es una de las estrategias con las que podría reducir el riesgo de abuso o que los niños lo identifiquen como violencia y le digan a alguien de confianza.
Y es que en nuestro país, por cada mil casos de abuso, solo se denuncian 100, de estos solo 10 van a juicio y solo un caso recibe sentencia.