Por: Manuel Díaz 

Los Santos Inocentes y el Día de Muertos, son dos fiestas importantes para él catolicismo, porque nos ayuda a comprender que humanamente podemos alcanzar la Santidad, así como mantener en el corazón a los familiares que fallecieron, compartió el vocero de la Arquidiocesis, Noé Soto. 

El primero de noviembre que se celebra a los Santos Inocentes, se reúne a todos aquellos que son modelo de vida para los creyentes católicos. 

Y aprender a vivir humanamente posible como santo, para llegar a Dios, a través de un alcance humano de la santidad. 

Durante el festejo del día 2 de noviembre, se celebra a los fieles difuntos, que son aquellos que esperamos y por quienes rezamos para que se encuentren en la gloria de Dios. 

La fiesta del 2 de Noviembre sirve también para llevar en el corazón a nuestros fieles difuntos, para avivar aquellos recuerdos que tenemos de ellos. 

También se debe de orar a Dios por nuestros familiares que fallecieron, para que se encuentren con el Creador y para reconfortarnos al saber que no seremos abandonados por el Padre Celestial.

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