Por: Víctor Salas

Durango, Dgo.- Don Apolonio y Doña Juani, originarios de Nicolás Bravo, en Canatlán, con el buen sentido de humor que los caracteriza comentaron que ya era necesario el regreso a las actividades esenciales, principalmente que los comercios abrieran sus puertas pues durante estos días de cuarentena “la vieron muy difícil en el aspecto monetario”.

El señor Apolonio dijo ponerse en los zapatos de otras personas y entiende la desesperación que sienten pues no trabajar y no tener dinero genera muchos problemas.

Don Apolonio expresó ser agricultor de Canatlán y llegó a la capital a cobrar el Procampo, mientras que Juani expresó que en ningún momento dejó de trabajar pues afortunadamente en la empresa donde labora la dejaron y se levanta todos los días a las cinco de la mañana.

De igual manera lamentó que muchas personas hayan tomado esta pandemia «como una oportunidad para estar de flojos en sus casas, de por sí somos flojones pues con esto del coronavirus nos hicimos más”.