El cáncer de mama es la principal causa de muerte por este tipo de padecimientos en las mujeres, sin embargo, su detección se ha reducido. En el contexto de la pandemia por Covid-19, los diagnósticos bajaron más de 60 por ciento en Durango.
Un análisis del boletín Epidemiológico del Sistema Nacional de Vigilancia permitió determinar este comportamiento a la baja en detecciones. No solo de cáncer de mama, también de útero.
La última actualización de casos se documentó el 22 de marzo pasado, es decir la semana epidemiológica número 10.
En este lapso se informó que en la entidad se detectó a 28 mujeres con tumor maligno de mama, mientras que de cuello de útero no se hicieron diagnósticos.
No obstante, en la misma semana pero del 2020, tiempo en que apenas comenzaba la pandemia, se documentaron 71 detecciones de cáncer de mama, y cinco de útero.
Esto refleja un disminución de 60.56 por ciento en las detecciones. Pero la reducción de diagnósticos de esta enfermedad que mata a 12 mujeres al día, según datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), también se presentó a nivel nacional en el contexto de la pandemia.
De acuerdo con la Fundación Salvati y MILC, la detección del cáncer de mamá disminuyó 21 por ciento durante 2020. Las causas fueron la reconversión de hospitales, los largos tiempos de espera para la reasignación de citas y el temor de acudir a las unidades médicas.
Sin embargo, ha habido intentos por evitar que el cáncer de mamá no afecte a más mujeres, ya que la detección oportuna es la principal forma de salvar vidas.
Este 2021, cuando comenzaron a reducirse los contagios de Covid-19, como parte de las actividades para conmemorar el Día de la Mujer, se colocó una Unidad Móvil con mastógrafo, a un costado de la Plaza de Armas.
En éste se realizan entre 25 y 27 estudios diarios, precisó la directora del Instituto Municipal de la Mujer, Patricia Alanís. Cabe mencionar que la directora es ex encargada del programa de Cáncer de Mamá de la Secretaría de Salud.
Mujeres en peligro
A pesar que el cáncer de mamá es una de las principales causas de muerte en mujeres, todavía hay personas que nunca se han hecho un estudio.
La entrevistada precisó que el 80 por ciento de las mujeres, especialmente de la zona rural del municipio de Durango, «nunca se ha hecho una mastografía y el papanicolau también».
La revisión constante ya sea con un médico o con la autoexploración puede lograr la detección del cáncer a tiempo, pero la realidad es que todavía no se práctica.
La asociación Salvati, que forma parte del movimiento #Estamos Aquí, publicó hace unos días un reporte de los estados con mayor incidencia de casos de cáncer de mama en 2019.
Entre ellos se encuentra Durango, que tiene una tasa por arriba del promedio nacional, ya que registra 49.3 diagnósticos por cada 100 mil habitantes. Así se coloca como el cuarto estado con más casos de cáncer en el país, el primero lugar lo tiene Morelos. El segundo es Colima y el tercero Aguascalientes.
A decir de la entrevistada, el aumento de casos se debe también a que «las personas se están preocupando por la detección oportuna», y cada vez acuden más al médico.
Pero, «lo que se busca aquí es que se llegue a tiempo porque ya cuando una persona llega a cancerología porque le afloró una lesión estamos hablando de un cáncer muy avanzado», advirtió.
Pacientes víctimas de fallas en el sistema de salud
Pero, antes de la pandemia los pacientes con cáncer de mama ya eran afectados por falta de medicamentos oncológicos y modificaciones en el sistema de salud.
A pesar que este cáncer mata a seis mil personas al año en México, recientemente un gran porcentaje de los pacientes se ha visto obligado a interrumpir su tratamiento.
Una encuesta realizada por la asociación Salvati reveló que 83 por ciento de pacientes que participaron respondiendo las preguntas, afirmó que dejó de tomar su tratamiento.
De ellos, 60 por ciento indicó que fue debido a la desaparición del Seguro Popular sustituido por el INSABI, 35 por ciento a causa del desabasto de medicamentos, y 41 por ciento refirió la pandemia como atenuante de la interrupción.