Por: Brenda Maurer
La depresión es el diagnóstico más común en la problemática del suicidio consumado, por lo que su detección oportuna, es vital para evitar que la persona que la padece pueda tener un intento de autolesión, expuso la directora del Instituto de Salud Mental del Estado (ISMED), Soledad Ruiz Canaán.
Refirió que pueden existir algunas dificultades para detectar correctamente la depresión, aunque se cuenta con una amplia variedad de tratamientos para la depresión, existen varias razones por las cuales esta enfermedad con frecuencia no se diagnostica, e impiden que la persona que la padece pueda tener una recuperación del trastorno. Las personas frecuentemente se sienten apenadas de admitir que están deprimidas o que requieren ayuda profesional, ya que ven los síntomas como una señal de debilidad, sin duda, el estigma hacia los problemas de salud mental pueden tener una influencia muy negativa.
La Funcionaria estatal señaló que otra de las causas principales para la no detección y tratamiento de la enfermedad es que una persona puede no reconocer los síntomas en sí misma. Las personas pueden llegar a familiarizarse con los sentimientos asociados con la depresión, como falta de energía, culpa, irritabilidad e incluso desesperanza y los viven de manera rutinaria, por lo tanto no son capaces de reconocerla como una enfermedad.
Finalmente, Ruiz Canaán enfatizó que la depresión es más difícil de diagnosticar cuando la persona presenta otra enfermedad física, los pacientes con depresión pueden presentar una gran variedad de dolores y molestias vagas, es importante reconocer que los estados anímicos adversos asociados a la depresión como sentirse triste, solitario e inestable usualmente son pasajeros. No obstante, cuando persisten y perturban la vida normal usual de una persona, dejan de ser sentimientos depresivos y la condición se convierte en una enfermedad depresiva, ante la cual se debe buscar orientación y ayuda profesional.