Las fiestas decembrinas en el centro histórico no solo dejaron desorden y basura, sino crearon un ambiente de rispidez entre las autoridades locales y los comerciantes, que afectaron también a los ciudadanos.

Eduardo Bernal, presidente de la Unión de Comerciantes Unidos del Centro Histórico, expuso que gran parte de los locales establecidos en el primer cuadro de la ciudad tienen sus horarios de cierre fijos, aunque el comercio informal también generó caos en la invasión de calles vehiculares y peatonales.

“El desorden y las más de 600 toneladas de basura recolectadas en el centro histórico también debe ser un exhorto a la sociedad, pues hemos trabajado un año y en estas fechas vimos rispidez entre autoridades y los comerciantes, y en esa lucha de poderes terminamos perjudicados todos. Es un llamado civil a la sociedad para ser mucho más prudente y conscientes tanto ambiental como de percepción al primer cuadro de la ciudad, porque esto genera una mala imagen”.

Agregó que para evitar la imagen tan dañada que se presentó el pasado 25 de diciembre con la basura que se recolectó de un día antes, faltó que las autoridades realizaran un rondín extra o haberlo retrasado.

Asimismo, expuso que el Gobierno debe implementar estrategias efectivas para todos los comerciantes: “No se regula las medidas de los puestos y tampoco marcan los horarios; y aunque sí existen permisos, tampoco hay una vigilancia del comercio informal, pues quienes no lo tienen también evaden a los inspectores”.

Por: Karla Tinoco