Por: Brenda Maurer
«Ante el alto número de suicidios que se han registrado en lo que va del año, la Iglesia trabaja para llevar consuelo y fortalecer la fe, por ello, implementamos las misiones casa por casa para que siempre haya un misionero y podamos llegar a tiempo para detener a alguien que quiera quitarse la vida», señaló el arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz Jiménez.
Mencionó que con estas misiones quieren evitar llegar tarde, pues, si hay un misionero en la casa, pueden llegar a tiempo y detener algún suicidio: “Esto lo digo desde la experiencia, porque hay momentos en los cuales hay personas desoladas en una familia que quieren escapar por esta puerta falsa, y cuando llega el misionero, la realidad cambia”.
El líder de la comunidad católica agregó que, aunque la pandemia de COVID-19 no ha terminado, la gente está regresando a la iglesia: “Al inicio de la pandemia, el papa nos decía que de una pandemia se sale mejor o se sale peor, y me parece que hemos salido mejor en el tema de la fe. Las personas estaban esperando a que se pudiera regresar a los templos y, afortunadamente, nuestros niños están regresando, al igual que los jóvenes y, de manera general, todos nuestros feligreses», concluyó.