Una quema agrícola que se salió de control provocó un incendio forestal en la comunidad San Pedro de Azafranes en el municipio de Otáez del estado de Durango.

Pobladores informaron a las autoridades, sin embargo, no tuvieron apoyo e intentaron -con sus propios medios- abatir el fuego, no pudieron evitar que el incendio arrasará con los pinos de la parte alta donde se encuentra su manantial y es refugio de pericos.

Además de la perdida de los nidos de estas aves, preocupa la devastación del arbolado y que esto pudiera repercutir de manera negativa en el suministro de agua que baja a su comunidad y que les permite realizar sus actividades más básicas. El fuego no solo acabo con pinos, también se perdieron potreros.

Las familias piden a las autoridades poner más atención de las dificultades que están viviendo, ellos no pueden dialogar con quienes realizan quemas agrícolas porque generalmente andan armadas y existe temor de sufrir represalias.

San Pedro de Azafranes es una pequeña localidad, posiblemente no supere las 100 viviendas, muchas deshabitadas por la falta de oportunidades. Para llegar a esta localidad hay que recorrer varias horas por un camino de terracería, se requiere camioneta; les falla mucho la energía eléctrica; tienen una escuela y una telesecundaria; hay una clínica del IMSS Bienestar sin médico y sin medicamentos.

Llegó el programa Sembrando Vida, es un beneficio, pero se ven obligados a desviar el agua para las parcelas y se quedan sin el vital liquido para el pueblo durante todo el día.

Hay muchas necesidades, nadie les ayuda, y una muestra fue el incendio forestal que no les ayudaron a apagar, se extinguió porque se acabaron los pinos en esta parte del siniestro.

Por: Antonio Gaytán

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