Por: Brenda Maurer
El alto grado de pobreza que se tiene en las zonas indígenas del estado, los ha obligado a migrar a la capital. Sin embargo, para ellos es muy difícil adaptarse a las costumbres o estilo de vida de la ciudad, pero eso no debe ser un factor para que los discriminen, señaló la regidora Martha Palencia Núñez.
Aunque la población indígena tenga otros usos y costumbres, no debe ocurrir que en la ciudad; ellos tengan que ir para un lado, y los demás para otro.
Creo que la población y las autoridades, tenemos que ser muy solidarios para apoyarlos y ayudarlos a que se adapten. “Un ejemplo claro de las costumbres, es que a los niños desde pequeños no los cuidan tanto. Por ello, en el albergue que hay, a cada rato atropellan infantes; ya que sus padres no entienden que las puertas del lugar deben estar cerradas”.
Tenemos que entender que, las personas que vienen de la zona indígena no son ni menos, ni más que nosotros. Son seres humanos con usos y costumbres diferentes, que tiene que amoldarse al nuevo entorno en el que viven “aunque si batallan”.
Con ellos, hemos trabajado a través de pláticas y talleres donde se ha buscado concientizarlos de que no deben pegarles a los niños, como correctivo. También se habló con ellos, para que dejaran de hacer sus necesidades fisiológicas en el Parque Vizcaya y que usaran los baños.
Finalmente, Martha Palencia, dijo que los maestros que trabajan con niños que vienen de las diversas comunidades indígenas, tiene que ser solidarios y no discriminar, porque la discriminación es algo aberrante que se debe sancionar.