Por: Manuel Díaz 

Intensificar la oración y nuestro compromiso solidario con todos nuestros hermanos, durante la contingencia sanitaria y económica que provoca del COVID-19, es el llamado del décimo Arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz Jiménez.

La oración es indispensable porque es Dios quien puede otorgar la fuerza necesaria para superar los problemas derivados de la pandemia. Porque Dios es la salud de los enfermos, porque Él es nuestro consuelo. Y especialmente de las personas que sufren.

Dios es fortaleza de todos aquellos que diariamente se esfuerzan por combatir la enfermedad, como son los médicos y enfermeras. Es importante invocar a Dios, para que nos guíe y proteja durante la contingencia sanitaria.

Invoquemos también a la Virgen María y especialmente pidiendo la intercesión de Nuestra Señora de los Remedios, para que nos proteja de todo mal.

Se debe apoyar a las personas que menos tienen, a las familias que se están viendo afectadas en su economía, como consecuencia de los estragos económicos provocados por la contingencia.

Comenzó la Fase 3, por lo que es necesario seguir las indicaciones de las autoridades de salud, para prevenir el contagio de la enfermedad. Porque durante esta etapa los hospitales pudieran verse rebasados en algunas regiones, finalizó.

Jesucristo, la fortaleza para reflexionar y afrontar los tiempos del COVID-19