Por: Manuel Díaz
“Siento algo bueno, siento algo de Dios, siento paz en mi interior”, es la expresión de los presos del Centro de Rehabilitación Social (Cereso) que acuden a las misas, charlas y convivencia que desarrolla la Iglesia Católica al interior de este centro penitenciario, compartió el capellán Marco Antonio Galindo.
Es Cristo quien otorga una luz de esperanza y fe para que el interno transforme su vida en un actuar de bien y de amor, entre sus compañeros de celdas, así como con sus familiares, describió el Sacerdote adscrito al Cereso.
Se tienen internos que debido a su compromiso han recibido la transformación de Cristo y ahora estos presos son líderes de lectura de la biblia y de oración, esto debido a que existe un cambio positivo y comparten su experiencia con sus compañeros penitenciarios.
Son 300 presos que acuden a las actividades que imparte la religión católica dentro del Cereso, apologética (historia), lectura de biblia, oración de rosario y también se imparte la Santa Misa.