Cada 3 de Mayo se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Se trata de una  fecha para recordar, reflexionar  y sobre todo, para no olvidar.

Porque ejercer el periodismo no es solo una profesión, es un acto de valentía.

Es una decisión que, en muchos lugares del mundo y especialmente en nuestro país puede costar la vida.

En México, ser periodista implica enfrentar riesgos que ningún otro oficio debería afrontar.

Amenazas, agresiones, censura, desapariciones y asesinatos.

Tan solo en los últimos años, más de 150 periodistas han sido asesinados en el ejercicio de su labor, según cifras de organismos internacionales.

Y muchos casos siguen impunes.

Los periodistas no buscan fama, buscan la verdad.

Los profesionales de la comunicación no buscan confrontación, buscan justicia.

Y esa verdad que defienden, a veces, molesta, a veces incomoda y mucho, pero siempre, es necesaria.

Hoy, más que celebrar, exigimos:

Protección real.
Justicia efectiva.
Respeto verdadero a la libertad de expresión.

Porque una sociedad sin periodismo libre, es una sociedad en tinieblas.

Y una democracia sin periodistas seguros, es una democracia herida.

A quienes ejercen el periodismo con integridad y coraje: Gracias.

Su voz es la luz que guía en medio de la oscuridad.

No los dejemos solos.

Por: Víctor Salas