El lunes por la tarde se llevó a cabo una reunión con las y los aspirantes a la presidencia municipal de Durango y se llegó a cuerdos, sin embargo, al no salir la convocatoria no se puede decir que los presentes eran los únicos interesados, seguramente en cuanto se abra esta convocatoria, van a salir más personas interesadas; muchos de los que estaban en esa reunión no se habían dado cuenta de esa situación, ya se estaba planeando quien declinaba por quien pero no habíamos contemplado la otra posibilidad de que pueden salir más aspirantes. El llamado fue a la unidad y el apoyo total a quien resulte triunfante, así lo dijo Jorge Silverio Álvarez, militante morenista.

Los que quieran llegar de otros partidos políticos tendrán que irse a la fila, purificarse en el camino y que ya no traiga cola que le pisen. De igual manera, Silverio Álvarez expresó que no tiene ningún rival a vencer, no hay enemigo fuerte en esta aspiración, no veo adversarios al interior del partido, los adversarios están afuera y eso entre comillas porque Morena con el perfil que sea gana, en el 2025 la Presidencia Municipal será para Morena.

Jorge Silverio asegura que a él lo apoya el pueblo, dice no tener padrinos políticos y no hay compromiso con nadie. La estrategia que José Ramón Enríquez lleva no la comparto y se lo he dicho directamente, es una exageración, son muchos espectaculares y bardas. Esto choca con los principios de Morena pero a final de cuentas es su estrategia y se respeta. En cuanto al apoyo hacia Iván Gurrola, se desconoce si sea real, eso lo tendrá que decir públicamente Marina Vitela y Gerardo Villarreal, solo aparecieron en una foto con el.

Cuando se defina quién abanderará la candidatura a la capital, todas y todos nos uniremos para respaldar y fortalecer a la o el candidato, todos están conscientes de que es necesario ir juntos para lograr un triunfo, no hay que confiarse aunque la marca Morena da, en las elecciones pasadas no se ganó ninguno de los distritos locales así que hay que fortalecer el equipo y la unidad.

Por: Víctor Salas