Por: Manuel Díaz
El vocero del Arzobispado, Noé Soto, manifestó que nada favorece al bienestar de la sociedad el eliminar el dato que identifica a un ciudadano como hombre o mujer en la credencial de elector.
Resulta lamentable que la ideología de género llegue a las instituciones públicas, «porque se va entremetiendo sigilosamente pero con gran influencia entre la población, por lo que la Iglesia Católica continuará en defensa de la identidad del ser humano».
Eliminar el dato sobre sexo al que pertenece una persona es únicamente la entrada para eliminar la conciencia de una persona, «para que no conozca a dónde va, para establecer proyectos de vida acorde a su realidad».
Para defender a la familia se requieren varones y mujeres, por lo que eliminar de la identificación nacional el sexo masculino y femenino al que pertenece un ciudadano, no abona para el cuidado social, señaló.
«Somos personas con identidad sexual que viene inscrita en la naturaleza, y el hecho de tratar de minimizar este dato puede traer otro tipo de consecuencia, como es relativizar la identidad de un hombre o de una mujer», finalizó.