- Venden a sobreprecio el suplemento alimenticio del programa de sequía
Por: Antonio Gaytán
Lamentablemente algunas organizaciones hacen negocio con el suplemento alimenticio destinado a los ganaderos abusando de la necesidad que ha provocado la sequía, venden a sobreprecio el apoyo que envía el Gobierno del estado, denunció el presidente de la Unión Ganadera Regional del Durango (UGRD), Rogelio Soto, quejas que ha encontrado en diversos municipios.
“Nos hemos encontrado en municipios como San Pedro del Gallo donde les dan el bulto hasta en 160 pesos, y en Cuencamé en 140 pesos, cuando el gobierno nos los brinda a nosotros a darlo en 100 pesos, el excedente se lo llevan de ganancia esas organizaciones”, mencionó.
Este 2019, el estado de Durango sufre una de las sequías más severas de los últimos años, la falta de lluvias de mayo a agosto devastaron los agostaderos dejando sin pasto para alimentar a los animales, la respuesta del Gobierno del estado fue liberar recursos extraordinarios para la entrega de semilla de avena y suplemento alimenticio.
Las organizaciones ganaderas gestionaron apoyo para sus agremiados y la respuesta de las autoridades fue positiva, sin embargo, desafortunadamente algunos liderazgos se han excedido en el cobro de la transportación disparando el valor del suplemento alimenticio hasta un 60 por ciento.
“En Cuencamé unos productores nos dicen que el grano de avena no llegó a tres pesos, se los vendieron a cinco pesos (kilo), desconozco cuánto dieron a esas organizaciones, no tengo el dato exacto pero será SAGDR quien nos diga a quién entregó esos apoyos”, agregó.
Para el presidente de la UGRD, Rogelio Soto, es muy reprobable que se haga negocio del desastre y que se olviden que las organizaciones están para servirles a los productores, hoy más que nunca.
Cabe destacar que el Seguro de Daños Climáticos en Agostaderos (SECA) que se entrega en 11 municipios afectados por la sequía, es un apoyo económico que llega sin intermediarios a los ganaderos y que reciben integro, sin dar nada a cambio y que cobran directamente en los bancos mediante una orden de pago a sus nombres, dinero que los productores pueden usar en lo que mejor les convenga, no hay ningún condicionamiento.
